viernes, 31 de diciembre de 2010

Entrando en el 2011


Hoy nos deja el 2010. Un año difícil de resumir, intenso como el café de Colombia y trepidante como un safari en África. Un año que no ha dejado indiferente a nadie, un año de aprendizaje y de descubrimientos. Un 2010 de alegrías, tristezas, sorpresas y evolución.

Mi 2010 empezó con cambios muy importantes en el horizonte. El 1 de enero aún era pronto para predecir todo lo que iba a ocurrir, pero mi olfato captó el aroma del esfuerzo que desde el año anterior estábamos realizando y se comenzaron a vislumbrar algunas luces no tan lejanas. Hice de mis compañeros de trabajo mi pequeña familia. Una familia unida, entregada por cada uno de sus miembros y cada vez más compenetrada. El final de 2010 me obligaba a abandonar su casa, pero el vínculo no se rompió. Eso significa que habíamos creado un fuerte nudo, difícil de desatar. Y aunque 2011 no será el año en que vuelva, me los llevo conmigo para afrontar esta nueva etapa, porque son mi apoyo y simbolizan el esfuerzo.

En febrero llegó el Carnaval, y con él las risas, la fiesta y el desenfado. Mis amigos han sido uno de los pilares más fuertes de 2010. No importa lo lejos que estén o el tiempo que pase sin verlos: siempre están conmigo. Mientras el tren nos conecte en 20 minutos... O mejor: si ya tienen el carnet de conducir, ¡las cenitas y copas están aseguradas! También en Febrero llegó la Fira de la Candelera, y durante el resto del año fuimos creando en cada mes, por duro que éste fuera, una foto para enmarcar. Sois la ilusión y la lealtad, un apoyo firme y la pértiga para dar el salto. Los cuervos siempre están ahí.

Pero no ha sido todo un camino de rosas. Hay personas que se quedarán en 2010. Personas que no han estado a la altura, que no han congeniado con una filosofía de vida o que no han sido compatibles con las circunstancias. Desengaños, decepciones o falta de feeling. Al fin y al cabo, en la vida pasan estas cosas. Y conste que no culpo a nadie, simplemente digo que en ocasiones los caminos que debemos seguir se separan de los de los demás. De momento, porque quién sabe lo que pueda pasar, el 2011 nos mantendrá alejados.

2010 me dejó un buen sabor de boca en lo deportivo. El equipo de fútbol parece mejorar, se va cohesionando y adquiere una fuerza aún desconocida hasta el momento. Actualmente no se puede pedir más: con las estadísticas a favor y el vestuario contento, el éxito parece asegurado. Y el éxito consiste en pasarlo bien. ¡Y no me puedo olvidar del esquí! La cada vez más refinada técnica y la osadía de afrontar nuevos retos han hecho de un hobby una pasión. Las subidas al Pirineo de principios de año y la espectacular experiencia alpina de Diciembre han enganchado a más de uno y han propiciado risas y experiencias inolvidables. En 2011 nos propondremos bajar rojas, no caernos cuando nos graban en vídeo y esquiar en condiciones más que adversas. Vosotros sois el aprendizaje y la valentía, la fuerza para afrontar nuevos retos.

También este año ha traído caras nuevas. Unas, a estas alturas, ya son del círculo de confianza; otras son más recientes pero prometedoras. Y aunque no siempre son fáciles los comienzos, y las cosas pueden torcerse hasta límites casi impensables, me quedo con lo vivido y con la grata satisfacción de haberos conocido. Recuerdo un día descargando adrenalina en Port Aventura, cenas en cualquier sitio y por cualquier motivo, fiestas hasta altas horas de la madrugada, novatadas y días “tontos” de aquellos en que puedes incluso acabar en el Tibidabo. También horas y horas de clases, por suerte amenizadas por nuestras batallitas y sentido del humor. Para mí sois la esperanza y la curiosidad, y una fuente de sorpresas.

Llegó el verano y con él el calor y la isla bonita. Aquella semana no puede describirse con palabras. Un reencuentro muy esperado y un poco de paz y tranquilidad llenaron nuestros pulmones de oxígeno y nos devolvieron la energía que necesitábamos. Por si fuera poco, los misterios y las risas dieron color a un momento inolvidable. Las calas vírgenes y la naturaleza desbordante detuvieron el tiempo y disfrutamos de lo que nos rodeaba y de nosotros mismos. Trajisteis la paz, la tranquilidad y la armonía a 2010. Espero reencontrarnos de nuevo este año.

¿Recordáis esas noches de Quilombo y fiesta, de “Lloret Extrem” y de “Mataró Express”? También vosotros habéis construido 2010, poniéndole sal (¡y limón!). A nuestra manera, como siempre y con buen rollo. No faltan las risas y una conexión especial, un vínculo invisible pero potente. Un equipo sólido. Algo especial y esperado. Minutos irrepetibles. Sois la alegría y la emoción.

Y qué decir de los conciertos, de patinar sobre hielo, de la noche de los biberones, de los cumpleaños... De la familia que me apoya, e incluso me acompaña a los conciertos... Una familia que ha estado a mi lado aún cuando las cosas han ido peor. Que me han soportado, me han apoyado, me han alegrado y me han ayudado a crecer. Y aunque hay quienes no han estado a la altura, los que están al pie del cañón siempre han estado presentes y han apostado por mí. Gracias por ser mis incondicionales, la paciencia y la fe. Por ser la esencia y la estrella que corona mi árbol de Navidad.

Creedme si os digo que podría seguir contando mucho más, pero ha sido un año muy difícil de resumir, como os he comentado al principio. Espero que estéis todos incluidos en algún párrafo, si no es así pido disculpas y prometo que os incluiré muy pronto. Os doy las gracias por un año de éxito y de momentos inolvidables.

Os deseo un 2011 lleno de magia y de gratas e imborrables experiencias. ¡Sed felices!


Para despedir el año, una canción muy especial: My way, de Paul Anka (quedaos con la versión que más os guste, en mi caso con la de Frank Sinatra).

And now, the end is near,
And so I face the final curtain.
My friends, I'll say it clear;
I'll state my case of which I'm certain.

I've lived a life that's full -
I've traveled each and every highway.
And more, much more than this,
I did it my way.

Regrets? I've had a few,
But then again, too few to mention.
I did what I had to do
And saw it through without exemption
.

I planned each charted course -
Each careful step along the byway,
And more, much more than this,
I did it my way.

Yes, there were times, I'm sure you knew,
When I bit off more than I could chew,
But through it all, when there was doubt,
I ate it up and spit it out.
I faced it all and I stood tall
And did it my way
.

I've loved, I've laughed and cried,
I've had my fill - my share of losing.
But now, as tears subside,
I find it all so amusing
.

To think I did all that,
And may I say, not in a shy way -
Oh no. Oh no, not me.
I did it my way.

For what is a man? What has he got?
If not himself - Then he has naught.
To say the things he truly feels
And not the words of one who kneels
.
Let the record show I took the blows
And did it my way.

Yes, it was my way.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Estación invernal


El invierno es la única estación a caballo entre dos años. Es el nexo de unión entre el final de un largo conjunto de meses y el prometedor inicio de una nueva etapa. Para muchos es una época triste, para otros justo lo contrario. Quizás la Navidad condiciona el estado de ánimo del que recibe a la fría estación. No os dejéis engañar: el invierno no es sólo la mezcla de gélidas temperaturas y Reyes Magos.

Como Sagitario impulsivo y optimista, el invierno me parece un buen trimestre. ¿Quién no goza con el calor de una chimenea (o de la estufa en su defecto) al entrar en casa después de caminar por las heladas calles? Esa sensación de poder mover de nuevo las extremidades, como descongelando la escarcha interna que taimadamente se ha colado en lo más profundo de nuestro ser, es una de las satisfacciones más dulces del invierno.

¿Y qué me decís de los deportes de invierno? ¿No os gusta esquiar, practicar Snowboard o patinar sobre hielo?

Aunque también os entiendo: día 28 de diciembre, sinónimo de inocentadas y putadillas varias. Este año el Gobierno se añade a esta costumbre tan sana. Resulta que nuestro regalo de año nuevo es una subida de la luz de casi el 10%. ¡Viva! ¡Claro que sí, el salario de cada mes da de sobras para asumir lo que le echen! Los salarios no subirán, y el IPC seguirá en su línea. Hundámonos un poco más, el agua al cuello nos encanta. Un ¡hurra! por la maravillosa gestión de un país que, repito, es de charanga y pandereta.

Otra bromita de 2010: el canon de la SGAE. Es decir, que vas a cualquier sitio y está prohibido que pongan la radio sin pagar una pasta a Ramoncín y compañía. Estupendo, el rey del pollo frito se ha vuelto loco y codicioso. Y yo que pensaba que la radio les servía a los cantantes para promocionarse... Pues nada, habrá que seguir pirateando discos, que la radio es mucho peor para los cantautores que las copias ilegales. ¡Mundo de locos!

En fin, que disfrutéis/resistáis el invierno que se nos ha echado encima. Puede que os consuele saber que nada es eterno...


Un tema para retratar esta estación, con permiso de Ramoncín: Canción de invierno, de M-Clan:

Yo te canté una simple canción de invierno
para soñar esperando que volviera el sol.
Yo no hice más que una suave canción de invierno.
Nunca dije de cantarla los dos.
Nunca dije para siempre.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Engañosa Navidad


No es oro todo lo que brilla. ¿Hay algo que brille más que la Navidad? Luces por doquier, destellos allá donde mires, focos de escaparates... Su envoltorio dorado y reluciente nos engaña. Cantos de sirena, ilusiones ópticas y magia negra. Nada es lo que parece, y nada es lo que quieren que parezca. La población mundial parece volverse majara cuando diciembre toca a su fin. Y otro año toca resufrir lo mismo... No obstante, es época de dar gracias por tantas cosas que nos rodean.

Por ejemplo, ¿nunca os habéis preguntado el porqué del aumento de precio del marisco y del pescado en los últimos 15 días del año y la primera semana de enero? ¿Acaso esos malditos bichos tienen Navidadfobia y se esconden más en las rocas cuando les llega el reflejo de las luces de la ciudad? Seguro que es porque los pescadores se emplean mucho más a fondo para atraparlos (incluso me llegan noticias de que algunos se ponen el neopreno y bajan al fondo del mar a pulmón a coger lenguados a mano).

Lo más curioso es que cuando una reportera va al mercado en mayo y le pregunta a la pescadera por la crisis ésta se indigna por los desorbitados precios de todo lo que compra, culpa a la charcutera de que el precio del jamón esté por las nubes y se queja porque apenas le quedan buenos clientes. Pobrecita, no llega a fin de mes... Eso sí, la muy señora suya llega el día 20 de diciembre y te pone la nécora a 80 euros el kilo. ¡Genial! Hija de Satanás, piensas (o algo peor). Gracias a aquellos que se encargan de que sólo compremos en Navidad porque el desangramiento hace que no podamos comprar de nuevo hasta pasado mucho tiempo. Gracias por inclinar aún más la cuesta de enero.

Así que podríamos resumir Navidad como Compra muchas cosas y muy caras a tooooodos tus familiares porque así serán más felices. ¡Claro que sí, con un par! ¿Qué ha sido de aquello de disfrutar de los tuyos? ¿De descansar, de sentarse a charlar y de jugar con ellos? Pues no, o hay regalísimos de por medio o no vale nada. Gracias a la famosa cadena de centros comerciales (no me da la gana de hacerles publicidad) por recordarnos lo importante que es comprar para mantener el espíritu navideño y de establecer la mierda de jerarquía social que nos juzga por el ancho de nuestra cartera.

Luego viene la familia. ¡Qué grato es no recibir noticias durante todo el año pero que en estas fechas te envíen un papel con un gordo de barba blanca dibujado y deseándote que pases unos felices 15 días! El resto de año te pueden dar por donde quieras. Aplíquese también a los falsos solidarios. Los niños de África, los enfermos crónicos y la gente que vive en la calle sólo necesitan ayuda en Navidad, evidentemente. Seguramente se les dan dos duros para calmar la conciencia que te quema cuando te gastas una cantidad insultantemente elevada de dinero en chorradas. Lo mejor: creen que realmente los están ayudando. Lo peor: los que lo ven creen que les están ayudando. Gracias a los solidarios y a las familias felices, cada año estáis más cerca de hacer de éste un mundo mejor.

En fin, por tantas cosas adoro la Navidad... Mientras las luces de mi árbol estén encendidas y alumbren a los míos estaré feliz. Os deseo, de corazón, ¡Feliz Navidad!

Sálvese quien pueda, Vetusta Morla:

Puedo, torcer, lanzar, perderme en la obviedad,
sentir, cansar, saber que sin vosotros puede más

Puede ser que mañana esconda mi voz,
Por hacerlo a mi manera
Hay tanto idiota ahí fuera
Puede ser que haga de la rabia mi flor,
y con ella mi bandera.
Sálvese quien pueda

sábado, 18 de diciembre de 2010

Exterior navideño, oscuro interior


El martes pasado me digné a sacar de nuevo los polvorientos adornos navideños y el abeto de elegante plástico verde. Ya iba siendo hora de exponerlos a la luz artificial de la lámpara del comedor después de 11 meses de encierro. Así se cumple esa extraña tradición que manda dejar el año usado y recibir al recién estrenado con más bártulos esparcidos por cada rincón del piso de lo que podría considerarse normal. Evidentemente no faltaron las luces blancas, que desde hace 12 meses sustituyen a sus primas de colores variados. Será que ya no veo la Navidad tan colorida como antes...

Lo más curioso de este asunto es que mientras montaba el abeto de alambre no pensaba en villancicos de zambomba y pandereta, ni en un gordo con barba blanca descuidada vestido de rojo, ni tan siquiera en cajas empapeladas con llamativos lazos. Mi mente había viajado a otro plano: un instinto dexteriano afloró para recordarme que soy humano. O que no soy tan humano como creo... Me recordaba la necesidad casi intrínseca del alma de nutrirse de placer, pero de aquel que se obtiene minando otra alma de la misma especie. Al fin y al cabo, la Selección Natural (famosa teoría de la evolución formulada por Darwin) aboga por la existencia indispensable de la desgracia en el individuo de al lado para beneficiarte del espacio que éste te deja.

No fue culpa mía. El camión de bomberos de juguete, con su mando teledirigido y su sirena ruidosa, encarriló la Oscuridad que se escondía en mi interior hacia la superficie. ¿Por qué no provocarle dolor? Y una vez empezara a brotar, sus neuronas se excitarían transportando una incómoda sensación hiriente, sostenida en el tiempo. Ese es el alimento, el resultado de sus miedos. Y es tan fácil detectar esos signos... Su corazón cada vez late más deprisa, casi incontrolado; la respiración es rápida, superficial, sonora; las pupilas se dilatan; la piel pálida refleja una tenue luz blanca; piloerección, el vello de punta; la digestión pasa a un discreto segundo plano mientras los músculos entran en tensión para huir al más mínimo estímulo. Es una delicatesen digna de la más monumental bakcheia. Por cierto, el miedo también relaja los esfínteres...

¿Qué más da nutrirse de algo así si no tienes nada que perder? La vía constructiva, correcta, protocolaria y honesta no ha funcionado. Ahora toca jugar en el otro lado: algo más oscuro, agresivo e impúdico. Un juego éticamente discutible con pocas normas. Pero que si efectivo, muy placentero. Un duelo de intenciones cruzadas, de movimientos arriesgados y de curvas peligrosas. Sin marcha atrás. Sin descanso. Con la firme convicción de ganar.

Aunque por ahora voy a esperar. Prepararé el tablero y las fichas mientras me hipnotizan los destellos de luces blancas del árbol de Navidad. La estrella plateada que lo encumbra será testigo del baile que comience cuando suene la música. Y los tres Reyes Magos serán quienes traigan los regalos. Y con toda seguridad no serán oro, mirra e incienso...



Canción dedicada a nuestra Oscuridad. Exogenesis: Symphony part 2 (Cross Pollination), Muse:

Rise above the crowds
Wade through toxic clouds
Breach the outer sphere
The edge of all our fears rest with you

We are counting on you,
It's up to you

sábado, 11 de diciembre de 2010

Encumbrando los 3000 metros


Ahora entiendo cuando mi abuela me decía aquello de "Hijo mío, vas a llegar muy alto en la vida". Este puente he llegado a los 3000 metros de altura sobre el nivel del mar y os puedo asegurar que la sensación allí arriba es, cuanto menos, curiosa. Con un frío intenso y un viento arrollador, las vistas compensan el esfuerzo de aguantar el tirón. Sólo el cielo está sobre tus pies, el resto queda debajo. Libertad.

Además he tenido tiempo para superar varios retos más: el primero era aprender a esquiar de verdad. Y aunque no me puedo considerar un experto, ahora puedo decir que me defiendo seriamente. Eso no significa que las pistas hayan dejado de ser una prueba para seguir mejorando, significa que el estilo y la seguridad sobre los esquís ha mejorado considerablemente. Por contra, parece que seguir subiendo el nivel conllevará alguna que otra castaña más (en mi favor he de decir que no he comido mucha nieve allí arriba...).

Aunque el mayor desafío fue la Oscuridad Blanca. Y es que por si no fueran poco los 12 grados bajo cero, las condiciones climatológicas querían hacer del esquí alpino una auténtica odisea. La niebla de los dos primeros días pintaba todo cuanto alcanzaba la vista de un color blanco poco agradable, ya que adivinar el recorrido de la pista por los palos que la delimitan sin ninguna pista adicional sobre su desnivel ni sobre los esquiadores que había 20 metros por delante hacía la experiencia trepidante.

El pueblo, a 2300 metros de altura, no te deja indiferente. Completamente nevado, con pistas de esquí atravesándolo de punta a punta y con una galería cubierta semisecreta donde encontrar refugio, es el pueblo más alto de los 3 valles. Y el alojamiento no estaba del todo mal: un retrete insertado en un armario empotrado (¡no hacía ni un metro cuadrado!), una terraza/nevera con buenas vistas y una par de sofás que hicieron las veces de cama. La intimidad no existe en 29 metros cuadrados, pero el buen humor y las risas se contagian a una velocidad de vértigo.

Y en cuanto a nosotros, la altura es aún mayor. Novatos o expertos (o yo, que me consideraba de "nivel medio"...), el listón ha quedado muy arriba. ¿Qué sería de una inolvidable aventura sin gente excepcional?


La Sonrisa de Julia, Libres (describe muy bien lo que se puede sentir a 3000 metros):

Tengo entre mis manos
el futuro de los míos.
La derrota del pasado,
el triunfo del olvido.

Luz entre mis ojos,
la mirada incandescente
del que ya no tiene miedo a la muerte.

Voy cruzando espejos de cristal,
no hay nada peor que caer en el qué dirán.
No eres tú, no eres tú, no eres tú
el dueño de mi identidad.

Lo tengo entre mis manos,
lo tengo entre mis manos...

Hoy vencerán las ganas de vivir,
las ganas de andar, las ganas de huir.
Y empezar de nuevo, sin dinero,
pero libres.


Tengo entre mis manos
el futuro de los míos,
el sabor envenenado
del más dulce de mis vinos.

Voy a interponerme
a la suerte y al destino
invitándole a la muerte
a mi último enemigo.

Bailo sobre espejos de cristal
no hay nada mejor que romper con el qué dirán.
No eres tú, no eres tú, no eres tú
el dueño de mi identidad.

Lo tengo entre mis manos,
lo tengo entre mis manos...

Hoy vencerán las ganas de vivir,
las ganas de andar, las ganas de huir.
Y empezar de nuevo, sin dinero,
pero libres.


Hoy vencerán las ganas de salir,
las ganas de estar más cerca de ti.
Y empezar de nuevo, sin dinero,
pero libres
.

martes, 30 de noviembre de 2010

Estimado mundo dual


Ni los ámbitos más refinados y cultos soportan esa presión generada por un acontecimiento de tales dimensiones. Han sucumbido a la oleada de emociones, gritos, insultos varios y cánticos alegres provocados por un partido de fútbol. Pero no por uno cualquiera, no... Por el clasico, ¡ahí es nada!

Claro que esto me lleva a plantearme una pregunta: ¿No será que en realidad esos ámbitos que hasta ahora había considerado cultos y refinados no lo son tanto? La universidad, fuente del conocimiento y de la buena praxis (sobretodo la de medicina...) se ha rendido a los pies de la más mundana afición. ¡Qué chasco! Yo que consideraba que llevaba una doble vida, debatiéndome entre la terrenal satisfacción que proporciona el deporte rey y la más elevada y reconfortante fuente de sabiduría, y resulta que hoy descubro que entre ambas sólo había un pequeño y maltrecho biombo que ha caido con el más leve soplido.

También es cierto que ese pequeño yo que vive en mi interior me incita a saltarme las normas de la más estrica moral autoimpuesta hace muchos años y me lleva a celebrar la vanalidad más absurda. Él está ahí, esperando la ocasión para liberarse de las cadenas a las que lo até y adueñarse de cada neurona y músculo para vagar a sus anchas, tirando por tierra aquello que construí con esmero. Por eso supongo que no me sorprende que de vez en cuando tome el mando. Aunque reconozco que a veces incluso me gusta.

Total, que debe ser normal que un Barça-Madrid acapare toda la atención. A los pocos minutos de acabar el partido, las mentes más ingeniosas (y las más retorcidas y perversas) ideaban las más hilarantes frases con una ironía que, personalmente, admiro en muchos casos. Véanse como ejemplo aquellas como Hoy voy a tomar una Mou 5 estrellas, Preciado da la razón a Mou cuando dice que los equipos que juegan contra el Barça flojean y Pepsadilla antes de Navidad. Y es que después del 5 - 0 Facebook no ha tardado menos en reforzar esta "corriente social": Cristiano empujó a Guardiola para decir que había tocado a Dios, Madrid Cincomentarios, Temporal de frío azota Madrid: hoy se han despertado a 5 bajo 0 y Cristiano, Guardiola se mira pero no se toca.

La conclusión es que en este lugar en que vivimos la gente se ha olvidado de la crisis y ha puesto a trabajar sus neuronas para expresar su gran alegría y gozo ante tal victoria. Otros, los derrotados, sueñan con la venganza mientras tratan de subir la moral con pensamientos de gloria. Si es que no hay mal que 90 minutos no curen...


Sólo un trocito deM-Clan: Filosofía barata:

Piensa que mañana hoy será ayer.
Filosofía barata, no lo quieres ver...
juegos de palabras.

martes, 16 de noviembre de 2010

Encantos de la mañana


Pipipiiiiiiiiii, pipipiiiiiiiiiii, pipipiiiiiiiiiii...

¡Mierda, las 6 y media! ¡Si hace nada que me he ido a dormir! Y un momento después, cuando creías que el límite de la bipolaridad estaba tan lejos, piensas aquello de... Hoy no, por favor... ¡sólo un rato más! Pero, sorprendentemente, hay un tercer cambio de humor: ¡Joder, que tarde! ¡Hay que darse prisa! Y sí, amigos, así son los primeros 15 segundos de cada mañana. Aunque supongo que no soy el único.

Te levantas, abres el armario e intentas también abrir los ojos para saber qué te pondrás hoy. Con un poco de suerte hasta distingues los colores de las 40 camisetas que tienes. Aunque al final se simplifica la cosa: ¡Que le den! ¡Me pongo esto mismo! Muy bien, di que sí: el azul marino, el negro y el verde fosforito forman una perfecta combinación. Hoy has decidido ir elegante al curro.

Ahora toca ir al baño: patada en el estómago al lavarte la cara con las gélidas primeras aguas de la mañana, difícil peinarse mientras cabeceas contra el espejo e imposible ponerse ninguna crema en la cara sin probar su exquisito sabor. Aunque curiosamente, lo primero que hacemos todos al levantarnos es mear... Nota mental: evitar afeitarse por la mañana. La última vez que lo hice me preguntaron en el trabajo si tenía gato en casa...

Vale, el momento más placentero llega ahora: el desayuno. Yo le llamo el desayuno ciclista, por aquello de que lo hago contrarreloj. “¡Tu tiempo empieza YA!” Corre a la cocina, abre el primer armario que pilles y busca algo comestible. Algo que no precise preparación. Hoy he abierto el segundo de mi cocina: he encontrado tomillo, una lata de tomate frito y un bote de palillos. La suerte no está conmigo. Descarto los palillos, son una trampa: el día que me los comí por error tuve una digestión difícil. El tomate no está mal, pero el uso del abrelatas me llevaría demasiado tiempo. La decisión está clara: ¡abre la nevera! Bien, nos hemos centrado. Parece que el yogur será cosa rápida...

Aunque resulta que el segundero no da tregua (¡ni el minutero!). Te quedan 2 minutos para salir de casa. Así que mientras con una mano sujetas el yogur y con la otra la cuchara, abres el cajón y coges las llaves del coche, buscas desesperadamente el móvil (anda... ¡si estaba en el bolsillo!), te aseguras de meter la cartera en el bolsillo, coges la mochila... ¡¡¡Y todo con el yogur en las manos!!!

Orgulloso de tu hazaña, sales por la puerta de casa con la frente bien alta, mirando el reloj y diciéndole desafiante: te he ganado dos segundos... También te acompaña esa sensación de “me estoy dejando algo y no sé qué”. Tranquilo, justo cuando cojas el coche de camino al curro te acordarás. Lo peor es que sabes que cuando tienes esa sensación es porque realmente te dejas algo. Miras hacia abajo: ¡al menos los pantalones los llevo puestos! Y llegas al coche, arrancas el motor y... Y hasta aquí puedo leer. ¡Lo del coche es otra odisea muy larga de contar!


Os dejo un fragmento muy pequeño de Nuestro baile del viernes, de Sidonie (Sí, sé que es martes, pero quizás así veamos el viernes más cerca...).

Son las 6, he dormido mal,
es un día gris.

Tú no estás y no hay café:
es hermoso existir.

7 y 10, alguien escribió en el ascensor:
“El placer se puede comprar pagando con dolor”.

No soy uno más de esos rostros tan comunes.
En el autobús, son las 8 y hoy es lunes.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Éramos pocos... y otra vez tú


Ya sólo faltabas tú en la fiesta. Tienes un macabro instinto para detectar los momentos delicados. Y es entonces cuando decides aparecer. Tú, que deberías apoyarme en todas mis decisiones. Que tendrías que empujarme para seguir adelante. Que deberías estar a mi lado, en mis aciertos y en mis errores. Pero no es así, has decidido tomar otro camino.

Has decidido hundirme cuando empiezo a levantar la cabeza. Hacerme caer cuando estoy en carrera. Reírte de mis errores y frustrarte con mis éxitos. Quizás sientas envidia corroyendo tus sucias venas. O quizás necesites vivir la vida de los demás para dar un mínimo de sentido a la tuya. Has construido una torre con el rencor y el odio que has acumulado, igual que la que yo decidí formar hace un tiempo. Voy a derrumbar la mía para siempre, y no voy a dejar ni el más mínimo rastro de ella.

Y aunque vivo en el presente, no me olvidaré del futuro. Uno que ahora se ve lejano y borroso, pero que seguro te traerá sorpresas. Del pasado mejor no hablar ahora; sólo recuerda que es imborrable, que no podrás volver atrás y que te acaba atrapando tarde o temprano. La memoria será tu peor castigo; el arrepentimiento, las brasas sobre las que caminarás; y la soledad, tu compañera inseparable.

En mi camino ya no existes, te has esfumado para siempre. Dejaste un rastro de rencor, de dolor, de odio y de mezquindad (es decir, falta de nobleza de espíritu según la RAE). He limpiado cada metro cuadrado del suelo que pisaste y he despegado sin necesidad de tenerte cerca. Soy quien soy y no es gracias a ti. Pero puedo decir con la cabeza bien alta que lo que tengo lo he conseguido por mí mismo, que mi sudor y mi esfuerzo me han llevado a lo que soy, que nadie me ha regalado nada y que mis triunfos han sido fruto del trabajo.

Ahora me alegro de que no compartiéramos momentos importantes de mi historia. Ya hubo quien los compartió conmigo. Y pensándolo bien, estuve con quien quería estar. Eres vil, cínico, pusilánime, charlatán, mentiroso, desleal y falso. Andar contigo es desprestigiarse, caer en la mayor bajeza que pueda existir. No sabes querer a nadie más que a ti mismo. Ni los animales más salvajes hacen lo que has hecho tú. Sólo tu imagen en mi pensamiento me causa una repugnancia insoportable.


Hoy se acabó todo. Voy a ser libre. Quiero ser feliz. Lo último que vas a recibir de mí es esta canción, que te la dedico. Es Mil Campanas, de Alaska:

Haces muy mal en elevar mi tensión,
en aplastar mi ambición
,
tu sigue así, y ya veras.

Miro el reloj, es mucho mas tarde que ayer,
te esperaría otra vez,
y no lo haré, no lo haré
.

¿Dónde esta nuestro error sin solución?
¿Fuiste tu el culpable o lo fui yo?
Ni tu ni nadie, nadie, puede cambiarme.

Mil campanas suenan en mi corazón,
qué difícil es pedir perdón,
ni tu ni nadie, nadie, puede cambiarme
.

Vete de aquí, no me supiste entender
“yo solo pienso en tu piel”,
no es necesario mentir.

Qué fácil es atormentarse después,
pero sobreviviré,
se que podré, sobreviviré.

¿Dónde esta nuestro error sin solución?
¿Fuiste tu el culpable o lo fui yo?
Ni tu ni nadie, nadie, puede cambiarme.

Mil campanas suenan en mi corazón,
que difícil es pedir perdón,
ni tu ni nadie, nadie, puede cambiarme
.


Hasta nunca.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Éxodo


Mi particular éxodo. Sé que, normalmente, este movimiento migratorio se hace en sentido contrario, es decir, de lo que consideras una tierra inhóspita a una más próspera. En mi caso, parece al revés. Aunque sí se sigue la lógica en el sentido en que me dirijo a un lugar desconocido.

Tiene ciertas similitudes con cierto éxodo celebérrimo de la historia de la humanidad. Hubo un momento, cuando empezó el camino, en que parecieron abrirse las aguas. También parece ser que se establecen unas nuevas directrices, unas nuevas normas de funcionamiento. Por contra, no ha habido ninguna plaga de animalicos ni le ha dado por hablar a ningún vegetal, lo cual me alivia.

La cosa es que parece que costará un poco arrancar, no es tan fácil comenzar un proyecto así. Y toda ayuda será poca. ¡Qué buenos tiempos aquellos en que todo lo tenía por la mano! Y qué gratos recuerdos de la hora de comer: las risas, las conversaciones con alto contenido filosófico, los debates de actualidad... Hoy, después de la primera comida d.X., reconozco que quizás no haya desaparecido para siempre aquel cachondeo alimenticio. Eso sí, han cambiado los participantes. Pero la locura y el humor parecen seguir imponiéndose.

En fin, que la pequeña familia ha dado paso a un nuevo y ecléctico grupo en las comidas, los libros han cambiado por documentos (¡y en inglés!) y el aula que hicimos crecer se ha convertido en unos cuantos laboratorios. En general, el final se ha transformado en un nuevo principio. Quizás el éxodo me lleve a un futuro tan agradable como lo fue el pasado.


Sé que esta canción ya la compartí con vosotros antes, pero creo que define muy bien este momento. Exogenesis part 3: Redemption, de Muse.

Let's start over again,
Why can't we start it over again?

Just let us start it over again
And we'll be good
This time we'll get it right
We'll get it right
It's our last chance
To forgive ourselves


viernes, 29 de octubre de 2010

Empezó un raro Septiembre


Ha llegado el momento. El camino ha sido largo y difícil, y aún es más complicado dejarlo a un lado. Pero tenía que llegar. La elección era fácil de tomar pero durísima de asimilar.

En mi mente quedan horas y horas de risas, bromas y anécdotas. Recuerdos. Días rodeado de una nueva familia, de amigos, de compañeros de fatigas y de personas con la ilusión de seguir adelante. Semanas intentando superarme, aprendiendo de cada individuo que pisaba la misma aula que yo. Meses de sentirme casi como en casa (de hecho, ¡he pasado allí más tiempo que en mi casa!). En definitiva, tiempo para crecer, disfrutar y cambiar la perspectiva de ver el mundo.

Llegué por casualidad. No tenía la seguridad de ser capaz de hacer lo que exigía ese puesto. Poco a poco crecí, y mi alrededor lo hacía conmigo. Descubrí una parte nueva de mí mismo. Muy cerca había mucho más por descubrir: os he podido conocer y os he disfrutado. Me habéis aportado algo que me faltaba. He vivido una buena época, un buen momento. Gracias a vosotros, a un equipo humano como pocos.

Ahora me voy. Con la mochila cargada, comienzo a dar los primeros pasos en otra dirección. Empieza una nueva etapa: una etapa dura, exigente y larga; pero intrigante, interesante y excitante. Dejo atrás a mi pequeña gran familia, pero no muy atrás. Nos volveremos a reunir pronto, estoy seguro.

Hasta entonces, ¡suerte y magia!


Tenía tanto que darte, Nena Daconte:

Prometo guardarte en el fondo de mi corazón.
Prometo acordarme siempre de aquel raro
septiembre.
Prometo encender en tu día especial una vela
y soplarla por ti.
Prometo no olvidarlo nunca.

Tenía tanto que darte,
tantas cosas que contarte.
Tenía tanto amor
guardado para ti.

Camino despacio pensando en volver hacia atrás.
No puedo, en la vida las cosas suceden, no más.
Aún pregunto qué parte de tu destino
se quedó conmigo
.
Pregunto qué parte se quedó por el camino.

Tenía tanto que darte...

Tenía tanto que a veces maldigo mi suerte...
A veces la maldigo por no seguir contigo
.

Tenía tanto que darte...

domingo, 24 de octubre de 2010

Entretenido a más no poder


Pues sí, esta semana he estado más que entretenido. ¡Quizás demasiado! Aunque haber llenado el fin de semana ha sido un soplo de aire fresco para aliviar la dureza de los 5 días anteriores. La vida de estudiante y trabajador a la vez quiere acabar conmigo.

Cuando el despertador suena a las 6:30 aún no se ha levantado la mañana; todavía no ha acabado la noche. Y volviendo a casa despúes de las 21:30 el día se me ha quedado por el camino. Volver a las clases me ha trastocado el cerebro, es un jarro de agua fría. Y el curro parece no tener límites: siempre hay algo por hacer, alguien a quien atender, alguna cosa por preparar...

Total, que el fin de semana, como consecuencia, ha sido intenso. Ahora mismo, sentado en esta silla, estoy rebentado. Pero contento. No sé cuantos sitios he pisado, cuantas veces me he reído y cuantas paridas hemos soltado. Entre los judíos y chinos, la salsa funghi (que a veces sale de sitios insopechados) y el ticket de parking más moderno y sofisticado del mundo no nos hemos quedado cortos. Y todo a ritmo de aquel flaca, no me claves tus puñales por la espalda... ¡Y lo más sorprendente es que aún me ha sobrado tiempo para ganar un Poker!

En fin, que si hasta día de ayer no sabía que tenían que ver el Quilombo, el Tibidabo, los partidos de Basket, el Barça, la pizza y el poker, hoy ya lo sé. Y todo gracias a dos individuos que son la parte más importante del fin de semana. ¡Va por vosotros!

¿Se me estarán friendo las neuronas? ¿Será esta una semana mejor? La respuesta, próximamente...


Os dejo una de las canciones que sonaron el sábado por la noche. Insurrección, de Miguel Ríos (o de Manolo García si preferís)

¿Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité?
Nadie es mejor que nadie pero tu creíste vencer.
Si lloré ante tu puerta de nada sirvió.

Barras de bar, vertederos de amor...
Os enseñé mi trocito peor.

Retales de mi vida,
fotos a contraluz.
Me siento hoy como un halcón
herido por las flechas de la incertidumbre.

Me corto el pelo una y otra vez.
Me quiero defender.

Dame mi alma y déjame en paz.
Quiero intentar no volver a caer.
Pequeñas tretas para continuar en la brecha.
Me siento hoy como un halcón
llamado a las filas de la insurrección.

domingo, 17 de octubre de 2010

Estudiante (otra vez)


Esta semana he recuperado mi rol de estudiante. La mezcla de ganas de volver a la universidad y de la pereza que ello me provocaba han marcado unos días de locura. Ya casi no me acordaba de lo que significa aguantar a un individuo hablando de sus cosas del laboratorio durante dos horas mientras aguantas estoicamente el tirón sin un ápice de cafeína en las venas a las 8 de la mañana. Y encima lo que contaba ya lo sabía...

Por otra parte, el desajuste de mi horario habitual me ha envuelto en una vorágine de prisas, sueño y agotamiento en general. ¿Para qué me meteré siempre en estos fregaos? ¿Habré sido funambulista en otra vida?

El fin de semana, al menos, se presentaba interesante. Entre los ansiados reencuentros, el mojito furtivo del viernes, el más que apreciado Flexicoco y una noche con sorpresa no he tenido tiempo para aburrirme, ¡y tampoco para descansar! (ahora sé porque existe la mañana del domingo).

Hoy, para ser sincero, estoy más que espeso, y no soy capaz de encontrar muchas más palabras para describir esta semana de octubre. ¡Gracias a todos por diseñar este fin de semana!


Una de las canciones imprescindibles: Starlight, de Muse.

Far away
This ship has taken me far away
Far way from the memories
Of the people who care if I live or die


Starlight
I will be chasing a starlight
Until the end of my life
I don’t know if it’s worth it more

Hold you in my arms
I just wanted to hold you in my arms

My life
You electrify my life
Let’s conspire to ignite
All the souls that would die just to feel alive


I’ll never let you go
If you promise not to fade away

Never fade away

Our hopes and expectations
Black holes and revelations

lunes, 11 de octubre de 2010

Escribes tú: El hombre Renacentista


Hoy no escribo yo: hoy escribes tú. Reconozco que me hizo mucha ilusión recibir estas líneas y me encanta la idea de compartirlas con vosotros:

Según los historiadores, a partir del siglo XIII nace en Europa una nueva corriente filosófica que cambia por completo la mentalidad del hombre del Medievo.

Durante la Edad Media toda la sociedad estaba gobernada bajo el feudalismo; sistema político, social y religioso que cubrió gran parte de esta etapa y que se basaba en la ruralización y el vasallaje. Los estamentos dirigentes, la monarquía y la iglesia, manipulaban a una plebe totalmente analfabeta que no se podía cuestionar su modus vivendi. Ese caldo de cultivo provocó que durante siglos la gente llegara incluso a creer que la Tierra era plana y que el sol giraba alrededor de los planetas. Pero por suerte no todo fue tan oscuro, una serie de pensadores y artistas, a finales de la etapa, inician un pensamiento liberal que desemboca en la corriente filosófica del “Humanismo”. Pensamiento cuya característica principal consiste en la desvinculación de la Iglesia y el desplazamiento de la figura del Dios todo poderoso del centro de la tierra para sustituirla por la del hombre. Un hombre que pretenderá agrupar todos los saberes clásicos y se verá como un ser sensible y racional, con la habilidad de pensar y decidir por sí mismo.

Como bien sabemos, todo pensamiento va íntimamente ligado al arte. En este caso, el movimiento artístico relacionado a esta nueva visión del mundo será el Renacimiento. Frecuentemente descrito como una etapa de luz que decorará el oscurantismo medieval.

¿Cómo será el hombre renacentista? Estará descrito como un arquetipo y símbolo de la perfección: un pintor, escultor, inventor...con la capacidad de destacar en todas las disciplinas liberales.

Aunque no os lo creáis he conocido a pocos hombres renacentistas, en cambio he leído muchos de sus textos. Pero hoy por hoy sí puedo decir que tengo la suerte de conocer a uno, de verlo cada día, de leer sus textos, de reírnos de la vida y de echarnos alguna fiesta que otra.

Dentro de muy poquitos días, nos dejará huérfanos de sabiduría, de conocimiento ecléctico, porque nuestra pequeña representación del Renacimiento se nos va, pero no al más allá, sino a investigar, a transformarse en un insigne prócer de la investigación internacional.

Con mucha nostalgia me viene esta y otras preguntas ¿Dónde quedarán esas tertulias...sobre ciencia, literatura, pintura... durante las horas comeriles?

A lo largo de mi vida he conocido muchas personas pero siempre que me topo con alguien así me paro e intento extraer el mayor número de beneficios, porque admiro a la gente que tiene la capacidad de saber de todo y llevarlo con gran humildad.


Te vas me dejas, interpretación libre de la letra de los Chichos.

Que la ilusion de nuestra amistad, company,
se fue camino para no volver aquí
y yo que siempre tanto te admiré
solo me veo y sin tu querer.

Te vas, me dejas y me abandonas
que mal fin tenga tu mala persona
Te vas, me dejas y me abandonas
que mal fin tenga tu mala persona.

A ese corazón tan malo
A ese corazón tan malo
A ese corazón tan malo
no encontrará quien lo quiera

Venga ese ritmo bonito!!

Cuando te vea solo por la calle
niño bonito te vas a enterar
lo que es un hombre de aquí cuando se pira

y lo ven por allí sin merendar!!

Te vas, me dejas y me abandonas
que mal fin tenga tu mala persona
Te vas, me dejas y me abandonas
que mal fin tenga tu mala persona

A ese corazón tan malo
A ese corazón tan malo
A ese corazón tan malo
no encontrará quien lo quiera

eaa que bonito va E, te voy a comprar un aparato para la medir la tensión!!



¡Miles de gracias Laura!

jueves, 7 de octubre de 2010

Epílogo


Aún recuerdo el día en que te conocí. Te presentaste en mi mundo sin avisar cuando decidiste dar un giro a tu vida. Lo que yo no sabía es que también cambiarías mi vida. Como por un antojo del azar coincidimos en el tiempo y en el espacio.

Primero te enseñé todo lo que había aprendido. Quería que te convirtieras en un ejemplo a seguir, en mi ejemplo a seguir. Aprendí de ti, me empapé de todo lo que decidiste compartir conmigo. Y sin apenas darnos cuenta, acabamos compartiendo un tiempo dorado.

Creamos deliciosas rutinas, nos movimos al son de las oportunidades y nos reímos bajo el sol del Mediterráneo. Estuve a tu lado cuando más me necesitabas y te ayudé en cuanto estuvo en mi mano. Te escuché, te apoyé y te comprendí. Te mostré la música que me mueve, y lo más sorprendente es que a ti también te gustó. Compartimos canciones, tardes de emociones de aquellas que obligan a agarrarse fuertemente a la mesa del bar y vimos cómo se grabó en la historia un momento que haría vibrar a miles de personas.

Yo estaba dispuesto a seguir tarareando aquella melodía, a coger un tren a cualquier parte, a reír hasta llorar y a cumplir religiosamente nuestros rituales. Quizás nos equivocamos. Puede que cruzáramos la línea, que fuéramos más allá del punto de “no retorno”.

Hoy escribo el último capítulo de este libro. Un libro que decidiste comenzar y del que jamás leíste la última página. Desde hoy ya está escrita. No es un final feliz, tan solo es un final.


Recess, de Muse:

Resuscitate in my sleep
Awake to see you're never here.

And the losing yields another year
Facing hopes and fears.

And I wish I could believe there was more
Hopes suffocating and you missed my life.

And the planes and trains are to blame
For tempting us to refrain
And to cut the chord
Dis every word of the truths absurd.

And I wish I could believe there was more
Hopes suffocating and you kissed my life.

And I wish I could believe there was more
Hopes suffocating
Hopes suffocating
Hopes suffocating
And you missed my life.

martes, 5 de octubre de 2010

Extended Version


De vez en cuando, las películas de mayor éxito cuentan con una versión extendida o Extended version. Ésta no es más que la misma película que habías visto antes pero con escenas inéditas, lo que convierte a la película en casi inacabable.

Resulta que en muchas ocasiones la ficción atraviesa la gran pantalla de un salto y se instala en el mundo real. Y si no la ficción, así lo hace la filosofía del director de cine espabilado que rellena el largometraje convirtiéndolo en eternometraje para vender algunos DVDs más. Y lo que tenía que durar un tiempo determinado acaba alargándose, manteniéndote en esa agonía ansiosa.

En parte agradezco que el reloj me brinde algo más de tiempo: al fin y al cabo, no está nada mal. Aunque por otra parte, una vez te has hecho a la idea de sufrir el cambio, necesitas que llegue cuanto antes y pasar el trago. Pero no voy a centrarme en la parte negativa, quiero pensar que es la oportunidad de alargar un gran momento y de disfrutar de la experiencia. Todo llega a su debido tiempo, y parece que se está haciendo de rogar. Pero llegará.

Sea como sea, estoy en el tiempo de descuento, y con un empate en el marcador es el momento de marcar el gol de la victoria. Espero que la afición lo celebre conmigo y que sigan apoyándome aunque cambie de equipo para la próxima temporada. Para mí, mi afición será siempre mi afición.


Aquí tenéis If I ain't got you de Alicia Keys, aunque en el link del final está interpretada por Maroon 5.

Some people live for the fortune
Some people live just for the fame
Some people live for the power, yeah
Some people live just to play the game
Some people think that the physical things
Define what's within
And I've been there before
But that life's a bore
So full of the superficial

Some people want it all
But I don't want nothing at all
If it ain't you baby
If I ain't got you baby

Some people want diamond rings
Some just want everything
But everything means nothing
If I ain't got you
, Yeah

Some people search for a fountain
That promises forever young
Some people need three dozen roses
And that's the only way to prove you love them
Hand me the world on a silver platter
And what good would it be
With no one to share
With no one who truly cares for me


Some people want it all
But I don't want nothing at all
If it ain't you baby
If I ain't got you baby

Some people want diamond rings
Some just want everything
But everything means nothing
If I ain't got you, you, you


Some people want it all
But I don't want nothing at all
If it ain't you baby
If I ain't got you baby

Some people want diamond rings
Some just want everything
But everything means nothing
If I ain't got you
, yeah

If I ain't got you with me baby
So nothing in this whole wide world don't mean a thing
If I ain't got you with me baby



http://www.youtube.com/watch?v=OXvRjxkXvBI&feature=fvst

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Esquiroles, huelguistas y mi salvación de ayer


Tal y como empezó, ayer no era el mejor día. Que si el estrés, que si mañana hay huelga y hay que dejar atadas ciertas cosas, que si no llego a tiempo a no sé donde... En fin, que todo hacía presagiar una noche de aquellas de no poder ni moverse.

Pero entonces sucedió: un agradable descubrimiento y uno de los reencuentros más esperados cambiaron mi percepción de lo que habían sido esas 24 horas. El descubrimiento es 30 seconds to Mars, un grupo musical más para añadir entre mis habituales. El reencuentro sería el colofón: ¡la quinta temporada de Dexter ya ha aterrizado! Gran noticia, es una de esas series imprescindibles y parte de mi inspiración.

Hoy me he levantado, bastante cansado por cierto, con la incertidumbre de saber si mi calle estaría ardiendo y cortada por unos cuantos individuos con ganas de tocar las narices. En día de huelga general, parece que todo vale.

Hoy es un día de aquellos en que la idiotez humana se pone de manifiesto y deja a nuestra especie con el culo al aire, si consideramos que la inteligencia es lo que nos distingue del resto de animales. Resulta que unos individuos deciden hacer una huelga general para protestar por la nueva reforma de la Ley laboral. Pero resulta que la Ley ya ha sido aprobada. Entonces, ¿qué pretenden conseguir ahora? ¿Pretenderán poner de manifiesto las más que evidentes carencias (endémicas) de la gestión del gobierno? ¡Pues menudos avanzados a su tiempo! Yo hace tiempo que lo sabía.

Resulta que el portavoz de uno de los sindicatos de este país condena amargamente el atropello que ha sufrido un sindicalista por parte de un camionero que se disponía a hacer su trabajo. Lo que no condena en ningún momento, e incluso intenta justificar, es que algunos piquetes “informativos” (un buen eufemismo, ¡sin duda!) rompan los vidrios de los escaparates de ciertos negocios o que tiren palés contra la luna delantera del camión de algún pobre individuo decidido a continuar con su reparto habitual. Hoy dice eso. Mañana tendrá que volver a representar a los trabajadores que rigen ese negocio y al camionero con el cristal roto. ¡Qué ironía! Queremos mejores condiciones de trabajo y buscamos mejorar nuestra situación laboral, y están convencidos de que delinquiendo contra otros trabajadores lo van a conseguir. ¿Han sido esos trabajadores los que han cambiado la Ley? ¿O la sufren como tú?

Respeto el derecho a huelga y considero que el pueblo debe reivindicar lo que cree justo, pero existe otro derecho igualmente respetable, que es el derecho al trabajo. Y que 4 millones de parados tengan que ver como los afortunados trabajadores deciden faltar a sus obligaciones quejándose por sus condiciones mientras ellos pasan su particular calvario me parece injusto. Hay que respetar al que quiere ir a trabajar al igual que se respeta al que quiere hacer huelga.

Y por favor, basta ya de mentiras: una tienda que cierra sus puestas al paso de los piquetes o de una manifestación no está haciendo huelga, se está protegiendo.

¡Uy! ¡Tengo que ir plegando que oigo a los piquetes muy cerca de aquí!


Aquí tenéis This is war, de 30 seconds to Mars.

A warning to the people,
the good and the evil.
This is war.
To the soldier, the civillian,
the martyr, the victim.
This is war.

It's the moment of truth and the moment to lie,
the moment to live and the moment to die.
The moment to fight, the moment to fight, to fight, to fight, to fight.

To the right, to the left,
we will fight to the death.
To the Edge of the Earth.
It's a brave new world from the last to the first

lunes, 27 de septiembre de 2010

¡Estamos en 50!


Empezar de cero fue complicado, aunque Eurovisión me hizo pensar. Me quedé escuchando Muse y su Exogenesis cuando tuve que andar entre muletas, lo que me hizo sentir extraño. Algunos días parecían ser “El día del tonto”, y me asaltaban pensamientos como: “Estaba yo pensando... ¿Tan difícil es usar las escaleras mecánicas y los paraguas?”

Tuve que tomar una elección para evitar sentirme “Empty”. Y funcionó; pude ver que existía un amplio espectro de colores mientras guardaba la esperanza de mantenerme eternamente joven. Sólo me queda esperar.

Quedé exhausto después de practicar esquí y de redactar no sé cuantos exámenes, esperando poder decir aquello de: “por fin, es domingo”.

Las emociones fluyen entre recuerdos que afloran en mi mente, aunque maldijera a las encimeras, armarios y a un sueco maligno. Todo lo negativo sufrió el exterminio como pena capital, para dejar paso a la primavera y a sus enamorats, roses i llibres, que serían eterns mientras el sol inundaba la ciudad con su claridad. Y después de bailar entre el fino La Ina y el 7up, llegó el estreno más esperado. Una estrella parecía iluminar mi camino.

Poco después llegó el estreñimiento de ideas por intentar mantener un equilibrio complicado. Y como estrellas de neutrones vivimos el verano. Quizás no fue Empuriabrava el mejor comienzo, pero pudimos encontrar la salida del laberinto casi por arte de magia, como si hubiera sido escogido por la suerte. Y como llevado por una exaltación sobredimensionada, seguí a la Estrella polar. La torre de mentiras cayó estrepitosamente mientras la sensación interior era la de haber tomado las elecciones acertadas.

Se ralentizó mi historia, como filtrada por un visor estroboscópico, y parecía no querer continuar con lo que empezó con un Érase una vez... Me sentí como encerrado en el cristal, y mi deseo era escapar de la rutina, para poder quitarme el escudo que me protegía de todo aquello que me rodeaba. Y llegó la evasión, para disfrutar de la vida.

Volví del Edén para encontrarme ante una encrucijada. Ni siquiera Elena y Ezequiel se hubieran puesto de acuerdo sobre qué camino tomar. Cuál equilibrista en la cuerda floja, dar un paso adelante no era tarea fácil. Cada minuto era un regalo, por efímero que fuera. Y aunque acabara exprimido, estar entre biberones fue el mayor regalo de un tiempo para recordar.

Y ya hemos llegado: ¡estamos en 50!


¡Gracias por estar ahí!

viernes, 24 de septiembre de 2010

Entre biberones


Ésta es parte de mi historia. Es un relato sobre aquellas pocas horas de un día cualquiera que hacen que recuerdes ese año como uno de los mejores que has vivido. Es un rato, un momento casi fugaz, en el que ríes hasta que te duele la barriga. ¡Bendito dolor de barriga!

Y todo empieza cuando decides que la idea más ridícula que has tenido durante la dura semana de trabajo es la más brillante para el fin de semana. Así que si quieres pasártelo como un crío, que mejor que ponerte en su piel. Y eso se soluciona fácilmente: Sólo hay que comprar el material necesario y echarle imaginación.

Añade unos cuantos juegos de destreza, habilidad o ingenio, que sean sencillos, ¡no hay que complicarse la vida! De esos que aseguren que no dejarán de escucharse comentarios jocosos en la mesa. Cierto es que añadiendo unas cuantas bebidas refrescantes la cosa mejora exponencialmente...

Luego llega el momento de volar y salir a la calle, que puede deparar mil y una sorpresas. Es el escenario ideal para calentar motores. Encontrarás lo inimaginable. Te integrarás en la noche bajo el cielo de Barcelona mientras buscas la oportunidad de seguir adelante con el descabellado plan que habías trazado junto con los compinches.

Cuando se cierra la noche la mejor opción es resguardarse bajo un techo acogedor. Habla, mira, baila, ríe... Disfruta, la mañana empuja a la Luna por su ansia de colorear la ciudad con los primeros rayos de Sol.

Es parte de mi historia. Hoy la recuerdo, y aún se dibuja una sonrisa en mi cara cuando la memoria me enseña alguna de las singulares imágenes que grabó. Aunque lo más importante es que las grabamos juntos.


El Universo sobre mí, de Amaral.

Sólo queda una vela
encendida en medio de la tarta,
y se quiere consumir.

Ya se van los invitados,
tú y yo nos miramos
sin saber bien qué decir.

Nada que descubra lo que siento,
que este día fue perfecto,
y parezco tan feliz.

Nada como que hace mucho tiempo
que me cuesta sonreír
.

Quiero vivir, quiero gritar,
quiero sentir el Universo sobre mí
.
Quiero correr en libertad,
quiero encontrar mi sitio.

Una broma del destino,
una melodia acelerada
en una canción que nunca acaba.

Ya he tenido suficiente,
necesito alguien que comprenda
que estoy solo en medio de un montón de gente
.

¿Qué puedo hacer?

Quiero vivir, quiero gritar,
quiero sentir el Universo sobre mí
.
Quiero correr en libertad,
quiero llorar de felicidad.

Quiero vivir, quiero sentir
el Universo sobre mí
,
como un náufrago en el mar
quiero encontrar mi sitio.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Exprimido


¡Qué malo es ser inútil! Después de días y días dando vueltas, reuniendo papeles, haciendo colas de 3 horas y peleando por una causa justa, lo he conseguido. Pero como en toda batalla que se precie, he sufrido los daños colaterales.

Estoy exhausto, agotado, completamente exprimido. Las esperas de más de 3 horas han acabado con mi espalda, y lo que es peor, casi acaban con mi paciencia. Me he hartado del sistema montado al modo de república bananera que aceptan como adecuado. Me agotan los individuos que se supone que deben atenderte (más que desatenderte...) y lo hacen con caras largas y pocas ganas de trabajar.

La cosa es más fácil: si consideran que internet es un buen medio para hacer las gestiones, hagamos todo por internet. Si creen que es mejor hacer las cosas presencialmente, pongan más ventanillas con gente dispuesta a trabajar detrás (¡no es normal que cojas número a las 11:25 y te atiendan a las 14:15 para entregar 5 cochinos papeles!). Pero por favor, no hagamos mezclas extrañas: que si tienes que rellenar esto por internet un mes antes, y luego entregas estos papeles aquí, y después vuelves a rellenar lo otro en internet...

Si ahora mismo me preguntáis: ¿qué crees que es más importante para estudiar, las ganas o la capacidad que tengas para el estudio? Y os respondo que ninguna de las dos, ¡lo más importante es la paciencia!

Gracias, sistema administrativo y educativo público de este país, por poner las cosas fáciles al que quiere estudiar. Gracias.


Una mañana, de Pastora:

Mi cuento empieza una mañana,
me desperté y no tenía ganas,
ganas de ná, de ná de mí,
de ná de pan, de ná de ná.

No hay final pa' este cuento,
se está escribiendo poquito a poco,
cada cosa a su momento.

Y un momentito más pa' gozar, pa' pecar.
Un momentito de gloria que me debo,
que me quemo cuando pienso
que este cuento es mi historia,
mi memoria.
Mi pedacito de cielo.

¿Por qué me cuesta tanto cuando consigo algo?

Me he pasado la vida luchando...

domingo, 19 de septiembre de 2010

Efímero


Fui terriblemente feliz. Hubo un tiempo en que no importaba qué hora fuera, ni qué se suponía que debía hacer. Hubo un tiempo en que todo lo que me preocupaba desapareció como por arte de birlibirloque. Hubo un tiempo en que soñé despierto.

Ahora, cuando la realidad camina a mi lado, aquella otra vida me castiga desde la memoria. Con los pies en el suelo y un lastre atado en los tobillos, es difícil volver a volar. Sólo los pequeños saltos que doy con todas mis fuerzas me alejan por un instante de esta existencia. Y supongo que es la esperanza de reparar las alas y escaparme de nuevo la que me empuja a seguir adelante.

Quizás necesite esa libertad, o perder la noción del tiempo. O la seguridad de saber que esa sensación será para siempre.

Da igual. Al menos puedo decir que fui terriblemente feliz.


Leones, de Pereza.

Soy un peleón,
no puedo con el sol
Pero cuidado conmigo,
tomo medicación.

El lunes cuesta,
el martes imposible sin tu voz.
He esquivado un tiro,
me han rozado dos.

Somos bichos raros,
lentos y asustados.
Nos matábamos tal vez,
nos moríamos de sed.
Nadie, los dos a la vez,
midiéndonos como dos leones
y al final...

Dos heridos graves,
desperfectos claves,
ambulancias, naves...

martes, 14 de septiembre de 2010

Equilibrista


Presiento que el momento ya llegó, la cuerda no soporta la tensión... Mi voz se quiebra.

Ya recuerdo como era todo antes de irme de vacaciones. Por fin he aterrizado. La depresión post-vacacional ya forma parte del pasado. Aún así creo que hay algún hándicap de más en este choque con la realidad. No ha saltado el airbag, la hostia ha sido monumental. ¡Bienvenida de nuevo, hipertensión! Ha llegado el momento, no hay escapatoria.

Me siento un faquir del rock’n’roll, cantándole canciones al dolor... y a la niebla.

Sí, parece que todo duele, que no existe forma de esquivarlo. Pero todo sucede a ritmo de rock’n’roll: rápido, intenso y ensordecedor. Supongo que en algún momento se disipará toda esta niebla que no me deja ver más allá.

Caminando solo por las nubes voy buscando un ángel que me ayude.

Vale, hay gente alrededor, pero camino solo por mi cuerda. Es mi cuerda. El resto miran desde abajo. Espero que al menos tiendan la red...

Pasos de equilibrista, tiemblo sobre la pista.

Tengo un nudo en la garganta para hablar, también tengo un fantasma en el desván... de mi cabeza.

Un fantasma que parece ser cada vez mayor, que va creciendo a su antojo. Y de los tantísimos fantasmas del desván, algunos son muy ruidosos. Muchos dan miedo, o simplemente me inquietan. Las palabras salen con cuentagotas y no siempre es fácil encontrar las más adecuadas. Aún considerándome una persona con recursos lingüísticos más que suficientes, no siempre sale la palabra que mejor describe lo que quiero decir. La situación puede anudar la garganta con fuerza.

La suerte está tardando en venir, pido un rescate a quien me pueda oír... antes de que amanezca.

Aunque tarde en llegar, muchas veces no es cuestión de suerte...

Se han ido todos de la fiesta, sólo quedo yo en esta orquesta.

Se han ido las mañanas de playa, los atardeceres infinitos y las noches de verano. Y no volverán hasta que el planeta vuelva a rodear al Sol. El reloj se reinicia y la cuenta atrás comienza de nuevo. Sólo quedan el recuerdo y la sensación de vacío que provoca la larga espera.

Pasos de equilibrista, tiemblo sobre la pista.

El mundo cambia tan deprisa, mi corazón cuelga en la cornisa.

Pasos de equilibrista, tiemblo sobre la pista.


Esta canción de vértigo es Pasos de equilibrista,de M-Clan.

martes, 7 de septiembre de 2010

Elena y Ezequiel


Elena no tenía miedo a nada. Dormir a oscuras por la noche mientras oía el viento a través de la ventana de su cuarto jugueteando con las hojas que había arrancado a los árboles de aquel lúgubre otoño no le suponía ningún problema. Apoyada por sus más que numerosos amigos, las cosas se veían demasiado sencillas. ¡Qué más dará lo que pase mañana! Su carácter desenfadado y su indiferencia hacia los problemas la convertían en invencible, o eso creía ella...

Ezequiel, su hermano, era un mundo opuesto. Quizás por su edad, algo más joven que ella, o por su carácter de apariencia frágil parecía no estar preparado para soportar el peso de los días. Afrontaba cada día como un reto: eran 24 horas de constante tensión. Para colmo, le sobraban dedos en una sola mano para contar a sus amigos, aunque conocía a muchísima gente. Cualquier imprevisto en camino parecía acabar con él y de nada le servían la multitud de virtudes que poseía. Ni la lealtad hacia los suyos ni la solidaridad eran armas suficientemente potentes. O eso creía él...

Uno de esos melancólicos días de otoño llegó la noticia: se tenían que trasladar a otra ciudad. Su padre había decidido vender la antigua casa familiar para comprar una aún mayor, pero en aquel barrio hiperpoblado no había sitio para ellos. Un jarro de agua fría cayó sobre Elena y Ezequiel. Nada les apetecía menos que renunciar a su ciudad, a su ambiente y a su rutina. ¿Qué pasaría ahora con sus amigos? ¿A qué colegio les tocaría ir?

Elena, por primera vez, sintió miedo. Los pilares de su mundo se tambaleaban y experimentó esa sensación de incertidumbre que hasta ahora desconocía. Conoció la tristeza en la más amarga de sus versiones. Era inaudito, pero la situación escapaba a su control y no le resultaba indiferente.

Ezequiel, acostumbrado a la extrema aspereza de la vida, pensó que la fatalidad se había cebado con él. No tenía elección, pero la sensación de vacío que sentía en el pecho no decía lo mismo. “¿Y si existiera la posibilidad de...?” “¿Por qué no hacer...?” No, todas aquellas ideas eran absurdas... Pero seguía pensando. Pensaba en algo irremediable, la decisión ya estaba tomada. Fue entonces cuando la pena le ahogó mientras su mente se resistía al cambio. Sus recuerdos se mezclaban con su visión del futuro más cercano y se le antojaban completamente incompatibles.

Ambos quedaron con sus amigos pocos días antes de irse. Mientras Elena les contaba la fatal noticia con un claro gesto de enfado en su cara, Ezequiel le quiso ver la parte positiva aquel día. Su nuevo hogar sería más grande, no estaba demasiado lejos de su antigua casa y sus amigos, sus pocos amigos, seguirían siéndolo. Así que afrontó la conversación con entereza, y con una media sonrisa esbozada en su cara les contó que debía de partir.

Al tiempo de haber cambiado de domicilio, Elena estaba hundida. Sus amigos no le habían respondido a ninguna de sus llamadas. Le mostraron la misma indiferencia con la que ella arremetía contra la vida. No calculó las consecuencias de sus pasos por el calendario. Ahora tenía que replantearse su existencia y corregir sus errores. Pero su valor era sólo ficción: sin energía para cambiarse a sí misma creía más sencillo cambiar el mundo que la rodeaba.

Ezequiel, sin embargo, aprendió otra gran lección. Se dio cuenta de que su percepción de la situación no fue la más acertada. Sus amigos no sólo contestaban a sus llamadas, sino que descubrió que eran mejores amigos de lo que él imaginaba. Descubrió facetas ocultas en ellos y le parecieron aún más interesantes. Entendió que el cambio suponía un nuevo reto, no era una tragedia. Además, no sólo sus pocos amigos estuvieron a su lado, sino que todos aquellos a quienes conocía le apoyaron, e hizo nuevas amistades en su nueva ciudad. ¡Se podía haber ahorrado el mal trago! Al fin y al cabo, recogió lo que había sembrado tiempo atrás. Ahora apenas podía creer en la felicidad que sentía...

viernes, 3 de septiembre de 2010

Encrucijada


Life is a roller coaster. Y ahí estoy yo, subido en primera fila descargando toda la adrenalina habida y por haber. Me siento como en una de estas atracciones, subiendo en un momento y bajando hasta el suelo a los pocos minutos. El estado anímico es extremadamente frágil cuando confluyen unas cuantas circunstancias que te acaban dejando fuera de juego, desorientado y muy confuso.

Cuando vas caminando y de repente se bifurca el camino, sabes que no todo el mundo escogerá la misma ruta. Esa encrucijada puede ser un problema si no tienes el mapa a mano y no sabes donde conduce cada nuevo camino. O si sabes que eres el único que debes tomar un camino mientras el resto siguen el otro. Sé cual es mi camino, aunque no es fácil de asumir. Al menos no ahora mismo.

Lo que me debería quedar claro es que nunca estamos solos en nuestro viaje, que tenemos a quienes nos apoyan y que desde uno u otro sitio acabamos encontrando esa ayuda que necesitamos. Y que mi camino va en paralelo del de la gente a la que aprecio, y que los tengo siempre a la vista. Y que después de una encrucijada habrá otras, y quien sabe, podemos reencontrarnos en el camino...

Sea como sea, hasta el siguiente cruce aún hay que caminar un poco más...


Indaga en la ilusión, y enseña el miedo que persiste
por un niño alado creado de verdes y grises
que mira con esperanza y viste de nubes tristes.
Un billete de tren; le insiste en que existe.

Que está donde la luz que dicen que hay allí,
que vuelve con 6 palabras entre rincones de París.
Juega con el mundo a su antojo y su manera,
brilla un cabecero, una estrella es su estela.

Las lágrimas que pierde cuando anhela una cena,
la sonrisa que me envuelve escribiendo junto al Sena.
Y ahora no la puedo ver, como a una luna nueva
pero cuando más la siento es cuando la noche llega.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Edén


Ya he vuelto a Barcelona. Es muy dura la vuelta y el choque con la realidad. La última noche que pasé en la isla escribí algo. Estoy convencido de que podría escribir algo mejor, pero prefiero publicar el texto original porque es más auténtico que lo que pueda escribir ahora.

La vida no es perfecta. Supongo que en la isla se distorsiona la realidad y acabas creyendo el imposible. Será la paz que se contagia en cada recóndito rincón o el espíritu salvaje de la naturaleza manifestándose allá donde vas.

Lo cierto es que toda droga tiene efectos adversos. Si este lugar fuera una droga, su principal virtud sería su capacidad de transmitir tranquilidad al adicto. Su devastador efecto adverso es el desconsuelo que provoca dejar de consumirlo. Sumido en un mundo paralelo al que vivimos, es difícil renunciar a una vida mejor, o al menos a un ritmo de vida menos exigente, y seguir escribiendo las páginas de mi historia.

Aunque la belleza de la isla es embaucadora e irrepetible, no es su única baza. Contemplar el sencillo pero espectacular atardecer, sorprenderse con las salvajes construcciones de la naturaleza y sentir la esencia del Mediterráneo a cada paso son privilegios que no puede pagar el dinero.

Diré que he tenido tiempo para descansar y para reflexionar. He podido detener, por poco tiempo, el frenético ritmo de mi reloj y he visto mi vida desde otra perspectiva. Vuelvo con ideas renovadas, con nuevas experiencias a mis espaldas y con un recuerdo imborrable en mi memoria. Vuelvo con la ilusión de volver a sentir esta explosión de sensaciones inexplicables.

Todo lo bueno tiene un final y a este viaje le llega su momento. A menos de 24 horas de volar hacia Barcelona me cuesta decir adiós a lo que parece el paraíso sobre la Tierra. No quiero despedirme de la calma de un auténtico día de verano bajo el Sol o del escalofrío que me recorre mientras soy testigo de un interminable ocaso. Pero así es la vida. La felicidad son sólo pequeños momentos en los que brillamos con una luz propia que irradia a aquellos que nos rodean. La felicidad es un pequeño momento de perfección.

Lo he vivido Mediterráneamente.


Mar calmado de olas salvajes,
Esencia del Mediterráneo,
Navegante de rumbo errante,
Ocasos y estrellas pintados.
Resurrección de los sentidos,
Corazón libre y calmado.
Armonía de un sueño vivido.

martes, 24 de agosto de 2010

Evasión


Cuelgo el cartel de "Cerrado por vacaciones". Por fin ha llegado ese momento del año en que desconecto por completo del mundo que me rodea y lo miro desde otra perspectiva. Necesario descanso. Es la oportunidad de hacer aquello que dejamos pendiente durante el año. Es la vida que a todos nos gustaría llevar.

Este año vuelvo al paraíso en la Tierra, a la isla donde las sensaciones te asaltan a cada minuto. A la calma hecha lugar y al lugar hecho calma. Busco paz. Busco armonía.

Ha llegado el momento de irse. En tan sólo 12 horas veré Barcelona desde el aire y le diré "En 7 días nos volveremos a encontrar". Suficiente tiempo para respirar aire puro. Para ver mi vida desde otro punto de vista. Para reflexionar. Y para volver con energía.

Quién sabe, quizás vuelva otro... Yo, por si acaso, me despido por el momento. Y si vuelve un ente diferente a quien soy ahora mismo, le doy la bienvenida por adelantado. Espero que mantenga vivo el Empieza por E...

¡Hasta pronto!


Applejack, de The Triangles:

Raise your hands
and sing it with me
Sometimes the strongest
and most wonderful things
are those we cannot see

Sing a song (pa pa papaparara)
sing a song (pa pa papaparara)
well about how things seem
more important at night

lunes, 23 de agosto de 2010

Escudo


Enrique era un niño feliz.

Dentro de su mundo casi fantasioso la vida le dejaba un agradable sabor a golosina. Tanto era así, que jamás se llegó a plantear si existía algo fuera de su entorno. Cierto es que su temprana edad le ocultaba en parte la realidad, pero su cómoda existencia nunca le reveló que hubiera un "algo más". Así que sus preocupaciones no iban más allá de su propia persona, y su impulso hedonista le absorbía toda su atención. El mundo estaba hecho por y para él.

Todas las noches de agosto, año tras año, se iba a dormir bastante tarde. Sus padres le dejaban jugar hasta la medianoche con sus amigos del vecindario bajo su atenta mirada desde el jardín de su casa, donde se reunían con los padres del resto de niños para charlar animadamente. Lo pasaba genial relacionándose con sus vecinos e inventándose nuevas formas de pasar el tiempo.

En su casa se prohibían los telenoticias y los periódicos. Tampoco se veía la televisión si no era para poner una simpática película de animación o de dibujos animados. Su elitista barrio lo era todo: salir de allí no era una opción. Sus padres le protegían de las adversidades que Enrique no era capaz de imaginar. Tenía la vida resuelta. Su curiosidad dormía plácidamente mientras su mente distraída se entretenía con las banalidades más absurdas que se cruzaban en su camino.

Pero la cuerda se estiró demasiado. Pasaron los años y el tiempo no perdonó, ni siquiera, a la dichosa familia. Enrique se encontraba solo. Sin hermanos y sin familia a la que recurrir. Ya hacía bastantes años que sus amigos de la infancia se habían marchado del barrio y éste parecía completamente distinto a cómo lo recordaba. El óxido de los columpios del jardín y la escasa presencia de flores y plantas ornamentales en las casas del entorno delataban el inexorable paso de los años.

Su salario no era suficiente para hacerse cargo de tantos gastos como le reportaba su hogar. El nuevo empleo que consiguió en aquella empresa no le satisfacía en absoluto, ni en lo económico ni en lo profesional. claro que su formación era casi inexistente: nunca le había preocupado esa minucia...

Quedó exiliado a uno de las peores zonas del extrarradio, sobreviviendo a una situación personal alejada de su futuro soñado. No entendía que el engranaje que movía al mundo lo hiciera en sentido contrario. Su actitud despreocupada y la trivialidad que mostraba ante la vida le pasó factura. Pero ya era tarde. Estaba condenado a vivir bajo la percepción de un mundo desalmado y cruel. El reloj jamás detuvo el minutero y sin darse cuenta se sumió en su peor pesadilla. El mundo le tragó. Quizás le faltó valorar lo que tenía. Se percató de que el tiempo pone a cada uno en su lugar.

Enrique jamás fue un hombre feliz.


Quedan unas pocas horas para la Evasión.


Un pequeño fragmento de If I never see your fece again, de Maroon 5:

'Cause you keep me coming back for more
And I feel a little better than I did before
If I never see your face again
I don't mind

'Cause we gone much further than I thought we'd get...

viernes, 20 de agosto de 2010

Escapar de la rutina


Por fin ha llegado el día. Después de esperar días que parecen semanas y minutos que parecen horas, llega el descanso. Empieza la desconexión. Llega el momento de desenchufar el cerebro que ha trabajado, en muchas ocasiones, a más de 1.000 revoluciones por minuto. Ahora toca disfrutar.

Empieza una nueva y corta etapa para oxigenar las ideas y tomar aire. El momento de coger fuerzas para volver a enfrentarse a los retos del día a día. Es la oportunidad de hacer algo nuevo, de vivir algunos de esos momentos que se graban a fuego en la memoria. La ocasión perfecta para viajar y tomar distancia de lo que nos rodea. Es tiempo para dedicarse a los hobbies y a tus amigos,a tu familia.

Es verano y es tiempo de vacaciones.

Además, ¡sólo quedan 5 días para la Evasión!

(Y sí, la entrada de hoy probablemente es una birria, ¡pero ya os he dicho que estoy de vacaciones!)


Os dejo Bliss, de Muse. Si el blog se llamase Empieza por B, supongo que la entrada de hoy sería Bliss:

Everything about you is how I'd wanna be,
Your freedom comes naturally.

Everything about you resonates happiness
Now I won't settle for less.

Give me
All the peace and joy in your mind
.

Everything about you pains my envying
Your soul can't hate anything.

Everything about you is so easy to love
They’re watching you from above.

Give me
All the peace and joy in your mind
.

martes, 10 de agosto de 2010

Encerrado en el cristal


En aquella casa de muñecas, la vida no podía ser más feliz. Aunque tenían sus altibajos, la familia vivía con la seguridad de que su mundo se asentaba fuertemente sobre su base. Las anecdóticas discusiones sólo servían para unir más fuertemente a sus miembros y los momentos de paz eran la constante rutina en que estaban inmersos.

El padre de familia trabajaba en el centro de la ciudad. Su impecable coche le llevaba raudo a su oficina, en una ciudad sin atascos y sin horas puntas. Su jornada laboral acababa al mediodía, momento en que regresaba a casa donde le esperaba su mujer con un suculento almuerzo que había preparado con todo el esmero que cabía esperar de ella. La madre vivía como quería hacerlo: se sentía bien cuidando su hogar y mimando a sus hijos, y se sentía muy complacida cuando su marido y ella salían a pasear por su idílico vecindario de casas de colores.

Los hijos no eran menos acordes con la situación: la primogénita estudiaba en la universidad avalada con una importante beca mientras que su hermano acababa los estudios secundarios. Ambos se encontraban rodeados de un sano grupo de amistades con los que compartían las más variopintas experiencias, desde organizar una barbacoa en el jardín hasta jugar la más interesante de las partidas de bolos.

Todo parecía perfecto.

Pero un día, uno de tantos, el feliz matrimonio, sin apenas darse cuenta, alargó el ya tradicional paseo de las tardes más de lo habitual. La conversación era tan interesante que no se dieron cuenta de que hacía rato que habían abandonado el vecindario y se habían adentrado en un bosque desconocido para ellos. Cuando se dieron cuenta, algo nuevo afloró de su interior, algo extraño y que les provocaba un cierto cosquilleo en la barriga: la curiosidad. Ésta fue la que les impulsó a continuar caminando para explorar aquel lugar diferente.

Lo más inquietante fue lo que sucedió al poco rato de seguir caminando. Sus narices toparon con una gran cúpula de cristal que parecía envolver su mundo perfecto. Se quedaron mirando a través de tan grandiosa pared, atónitos y casi sin pestañear. Ahí fuera había otro mundo, había un más allá cuya existencia ignoraban hasta entonces. Era un mundo de aventura, de riesgos, de azares del destino, de sorpresas. De todo aquello que jamás habían experimentado. Extrañas emociones recorrieron todo su cuerpo y se alojaron en su cabeza.

Y se dieron cuenta de que su pequeña ciudad se desmoronaba a una velocidad de espanto. Se dieron cuenta de que su felicidad era ficticia, estaba pintada en un cuadro de colores apagados colgado frente al televisor. Su corazón ardía por sentir una nueva vida, una vida real, alejada de todo aquello etiquetado como perfecto. La adrenalina corrió por primera vez por sus venas. ¿De qué servía vivir estancados en una realidad paralela sin sentimientos?

Decidieron romper el cristal. La vida les esperaba. La vida de las emociones, de los riesgos, de las sorpresas y de las aventuras. La perfección no existía. Equivocarse significaría aprender algo nuevo, caerse significaría volverse a levantar y tomar un camino erróneo sería el mejor modo de encontrar un atajo. Sentir sería la mejor recompensa.

Y vivir... vivir era la oportunidad que tanto tiempo habían estado esperando.