martes, 26 de abril de 2011

Eusebio y su cuento por escribir


Eusebio se sentó ante su ordenador portátil y abrió su procesador de textos. Tenía claro que el premio del concurso de cuentos sería suyo. El tema era bien sencillo: un viaje ideal. Después de un trago de agua, puso sus dedos sobre el teclado y los dejó en libertad.

Érase una vez un joven millonario de familia pudente. Un día...

- No, espera - Pensó. Quizás debía enfocarlo de otra forma.

Érase una vez un joven como cualquiera de nosotros, de un barrio humilde y trabajador. Un día le tocó un sorteo: unos billetes de avión a un país exótico y un hotel de 5 estrellas...

- Mmmmm... Sigue sin encajar. Una vez más, volvió a comenzar.

Érase una vez un joven como cualquiera de nosotros, de un barrio humilde y trabajador. Un día de primavera partió de viaje. Aprovechando sus pocos días de vacaciones y tirando de sus escasos ahorros, se embarcó en lo que él consideraba una aventura. No iba lejos, ni siquiera abandonaba su país. Pero se alejaba de aquella jungla de asfalto que tantas veces le ahogaba. Cuando llegó a la habitación del lujoso hotel que había pagado con tanto esfuerzo...

- Algo falla... - Se dijo a sí mismo. Borró el último fragmento.

[...] Pero se alejaba de aquella jungla de asfalto que tantas veces le ahogaba. Cuando llegó a su destino, le sorprendió que allí pudieran convivir más de dos personas. La comodidad no iba a ser la consigna de su viaje. Sin embargo, la compañía era inmejorable. Estaba con quienes quería estar. Sin lujos ni comodidades, ni siquiera le acompañó el tiempo. Pero su fortuna, su suerte y su destino eran sus compañeros de viaje. No hacía falta más. Ese era su viaje ideal.


Un clásico del rock catalán: L'Empordà, de Sopa de Cabra.

Nascut entre Blanes i Cadaqués,
molt tocat per la tramuntana.
D'una sola cosa pots estar segur:
quant més vell més tocat de l'ala.

Sempre deia que a la matinada es mataria
però cap al migdia anava ben torrat.

Somriu i diu que no té pressa,
ningú m'espera allà dalt.
I entrar a l'infern no m'interessa,
es molt més bonic l'Empordà.

Varen passar ampolles i anys
i en Siset encara aguantava,
dormint la mona a la vora del Ter,
però ell mai no s'hi tirava.

Sempre deia que a la matinada es mataria
però cap al migdia anava ben torrat.

Somriu i diu que no té pressa,
ningú m'espera allà dalt.
I entrar a l'infern no m'interessa,
es molt més bonic l'Empordà.

I quan veig la llum de l'alba
se'm treuen les ganes de marxar.
Potser que avui no em suïcidi,
potser ho deixi fins demà.

miércoles, 13 de abril de 2011

Eurodiputados y Las mil y una noches


Dejadme que os narre un cuento. Es uno que se escribió hace mucho tiempo, pero que, como tantas cosas, vuelve a formar parte de la más candente actualidad. Este cuento se llama Alí Babá y los 750 eurodiputados (versión adaptada a los tiempos difíciles).

Alí Babá era un desgraciado mileurista con una jornada laboral de más de 10 horas muy mal retribuidas. Un día, de vuelta a su casa, se paró en un quiosco para comprar un diario, cosa que, a decir verdad, no acostumbraba a hacer. Muy sorprendido, en las primeras páginas, leyó lo siguiente: Los eurodiputados rechazan congelar sus salarios y dejar de viajar en primera. Siguió leyendo y su perplejidad no dejaba de ir en aumento: que si cobran 6.300 euros netos al año (¡ojo! ¡Impuestos ya deducidos!), que si les dan 300 euros cada vez que se reúnen, que si tienen un salario de 4.300 euros al mes sólo para dietas...

Alí Babá, con una cara de frustración que podía verse desde Google Earth, no quería enfadarse, pero ¡ay! si se cruzaba a uno de ellos... Y mira qué casualidad (esto suele pasar en los cuentos) que 2 minutos después le pareció cruzarse con uno de ellos por la calle. Sí, era él, el de la foto del periódico. Sí, uno del PP que declaró que “Viajar en business es una necesidad”. Ya te diría yo lo que es una necesidad... Alí Baba, que no era rico pero sí joven y taimado como para seguirlo y cotillear la conversación telefónica que mantenía el eurodiputado popular, escuchó cómo le decía a un secuaz suyo que iban a recortar en Sanidad para poder mantener su humilde nivel de vida entre carcajadas y desprecios varios al populacho.

Rápidamente, y bastante preocupado, Alí Babá llamó a su hermano Casim, que era médico. Le costó muchos años y esfuerzo sacarse su carrera y ahora su puesto peligraba. No era mucho más que mileurista (los jóvenes lo suelen ser, por muy preparados que estén...) pero amaba su trabajo. Casim se reunió con el resto de sus compañeros y decidieron cortar uno de los accesos de entrada a la gran ciudad donde trabajaba, justo delante del hospital donde pasaba consulta, como reivindicación. Se reunieron cientos y cortaron el tráfico. La policia no tardaría en llegar y llevarse detenido a Casim, según ellos, por resistencia a la autoridad y no sé qué otras chorradas varias. Alí Babá no podía creerlo. Su hermano sólo defendía lo que era suyo y ahora había sido diplomáticamente extorsionado para que contara cómo se había enterado de aquel ajustillo, ya que lo identificaron como el líder de una revolución emergente.

Alí Babá no podía hacer nada por su hermano ya que ahora era él a quien habían relacionado como la fuente de la filtración. No tardarían los de tan noble partido político en ir a por él. Intentaron hacerle abonar a Hacienda una cantidad prohibitiva para él por "error", aunque Morgiana, la inteligentísima prima de Alí Babá, que era funcionaria, pudo solventar tal eventualidad. Un día, el reputado eurodiputado se presentó en casa de Alí Babá y pico su puerta, que se abrió como por obra de un Ábrete sésamo. Le exigió todo tipo de explicaciones y le invitó a no seguir comentando nada de aquello. Alí Babá, con una tranquilidad pasmosa, le comentó que aquello sería de dominio público en pocas horas. Enfurecido, el eurodiputado le regaló unos cuantos improperios y comentarios despectivos que hizo extensivos a todos aquellos que compartían el mismo poder adquisitivo que Alí Babá.

El eurodiputado se fue, pero gracias (una vez más) a la astucia de Morgiana, no sólo serían de dominio público sus planes sino también sus palabras. Escondida tras la puerta había podido grabar la conversación entera. Al día siguiente, los telenoticias se hicieron eco del suceso y lo retransmitieron a todo el país, que quedó estupefacto (y bastante irritado). El partido del pobre eurodiputado no tuvo más remedio que sustituirlo, ya que la presión mediática no les ofrecía otra salida. Pobre diablo, arrojado a la vulgaridad del pueblo llano y a sufrir los azotes de una vida con más de una necesidad (es decir, unas cuantas más dejando aparte la de volar en business...).

Sherezade debe de estar flipando a la vez que piensa aquello de "Cree el eurodiputado que todos son de su condición"...


Foo Fighters, The pretender:

Keep you in the dark
You know they all pretend
Keep you in the dark
And so it all began

Send in your skeletons
Sing as their bones go marching in... again
The need you buried deep
The secrets that you keep are ever ready
Are you ready?
I'm finished making sense
Done pleading ignorance
That whole defense

Spinning infinity, boy
The wheel is spinning me
It's never-ending, never-ending
Same old story

What if I say I'm not like the others?
What if I say I'm not just another one of your plays?
You're the pretender
What if I say I will never surrender?

What if I say I'm not like the others?
What if I say I'm not just another one of your plays?
You're the pretender
What if I say I will never surrender?

In time or so i'm told
I'm just another soul for sale... oh, well
The page is out of print
We are not permanent
We're temporary, temporary
Same old story

What if I say I'm not like the others?
What if I say I'm not just another one of your plays?
You're the pretender
What if I say I will never surrender?

What if I say I'm not like the others?
What if I say I'm not just another one of your plays?
You're the pretender
What if I say I will never surrender?


I'm the voice inside your head
You refuse to hear
I'm the face that you have to face
Mirrored in your stare
I'm what's left, I'm what's right
I'm the enemy
I'm the hand that will take you down
Bring you to your knees

So who are you?
Yeah, who are you?
Yeah, who are you?
Yeah, who are you?

Keep you in the dark...

lunes, 4 de abril de 2011

Edad de oro


Soy de aquellos defensores de que la edad de las personas no viene en el DNI sino que la juventud se puede conservar en el interior durante mucho tiempo (de igual forma, hay viejos prematuros). Pero hay dos cosas que delatan la edad real de una persona mayor: su aspecto físico (obvio...) y su comportamiento y expresiones peculiares. Y este segundo punto me fascina.

¿Os habéis fijado que nuestros mayores muchas veces se comportan como niños? Tengo una teoría algo extravagante pero no por ello incierta: creo que la madurez máxima se alcanza a una cierta edad a partir de la cual vamos volviendo a ser niños. ¿Con qué emoción recibe un abuelo sus regalos de Reyes o de cumpleaños? ¿Cómo se emocionan cuando los vas a ver (ya que voy de higos a brevas...)?

Pensad en aquellas señoras que tienen 8 hijos y se escandalizan cuando oyen hablar de sexo. Dulce contradicción... O en su habilidad estrella adquirida con los años: ofrecerte comida a cualquier hora y en cantidades más que razonables. Si no comes malo: ¡es que estás muy delgado! Esa pasión de las abuelas por la prensa rosa y el papel couché, y sus respectivos que, aunque nieguen con la cabeza en público, están a la última en las aventuras y desventuras de la Esteban. Y ese abuelo que aprovecha las comidas familiares y los grandes eventos para contar aquellas divertidísimas anécdotas de la mili que se parte explicando (aunque siempre sea la misma y la gracia de ésta sea muy limitada, ¡claro!).

Pero yo me quedo con sus expresiones peculiares. A quien no le han dicho alguna vez aquello de Levántate del suelo que vas a coger frío en los riñones y te vas a encostipar. Recuerdo esa frase de cuando era niño a la vez que mi abuela me ofrecía un piti-suí. O aquella de No corras que si ancaso te caes te vas a hacer mal. O ésa de No me toques la cabeza que me dispeinas. Y luego están las palabras difíciles: palabras trabaléngüicas imposibles de pronunciar a ciertas edades. Otras son realmente fáciles, pero el toque viejuno (con cariño) las hace más entrañables. Véase almóndigas por albóndigas (mi abuela lo deja en pelotillas, que es mucho más aclaratorio); mondarinas por mandarinas; chechu por ketchup; mimbrar por vibrar (¡sí, sí, el móvil mimbra!); el interné por Internet; y Güis Prisli por Elvis Presley. Mi abuelo incluso me llamaba Pepito (resulta que mi nombre le parecía muy complicado y Pepe es un nombre comodín inconfundible).

Y no solo palabras. También dominan los refranes y las expresiones populares con una facilidad pasmosa. ¡Pero no voy a entrar ahora en ellas que no acabo ni mañana!

A ver si os animáis y enviáis las expresiones y palabras viejunas que hayáis oído por ahí, que quizás podamos hacer una sección bien apañá (empiezapore@gmail.com). ¡Sed felices esta semana también!


Un poco de Radiohead y su Creep:

When you were here before
Couldn't look you in the eye
You're just like an angel
Your skin makes me cry
You float like a feather
In a beautiful world
And I wish I was special
You're so fuckin' special

But I'm a creep, I'm a weirdo.
What the hell am I doing here?
I don't belong here.

I don't care if it hurts
I want to have control
I want a perfect body
I want a perfect soul
I want you to notice
When I'm not around
You're so fuckin' special
I wish I was special