viernes, 31 de diciembre de 2010

Entrando en el 2011


Hoy nos deja el 2010. Un año difícil de resumir, intenso como el café de Colombia y trepidante como un safari en África. Un año que no ha dejado indiferente a nadie, un año de aprendizaje y de descubrimientos. Un 2010 de alegrías, tristezas, sorpresas y evolución.

Mi 2010 empezó con cambios muy importantes en el horizonte. El 1 de enero aún era pronto para predecir todo lo que iba a ocurrir, pero mi olfato captó el aroma del esfuerzo que desde el año anterior estábamos realizando y se comenzaron a vislumbrar algunas luces no tan lejanas. Hice de mis compañeros de trabajo mi pequeña familia. Una familia unida, entregada por cada uno de sus miembros y cada vez más compenetrada. El final de 2010 me obligaba a abandonar su casa, pero el vínculo no se rompió. Eso significa que habíamos creado un fuerte nudo, difícil de desatar. Y aunque 2011 no será el año en que vuelva, me los llevo conmigo para afrontar esta nueva etapa, porque son mi apoyo y simbolizan el esfuerzo.

En febrero llegó el Carnaval, y con él las risas, la fiesta y el desenfado. Mis amigos han sido uno de los pilares más fuertes de 2010. No importa lo lejos que estén o el tiempo que pase sin verlos: siempre están conmigo. Mientras el tren nos conecte en 20 minutos... O mejor: si ya tienen el carnet de conducir, ¡las cenitas y copas están aseguradas! También en Febrero llegó la Fira de la Candelera, y durante el resto del año fuimos creando en cada mes, por duro que éste fuera, una foto para enmarcar. Sois la ilusión y la lealtad, un apoyo firme y la pértiga para dar el salto. Los cuervos siempre están ahí.

Pero no ha sido todo un camino de rosas. Hay personas que se quedarán en 2010. Personas que no han estado a la altura, que no han congeniado con una filosofía de vida o que no han sido compatibles con las circunstancias. Desengaños, decepciones o falta de feeling. Al fin y al cabo, en la vida pasan estas cosas. Y conste que no culpo a nadie, simplemente digo que en ocasiones los caminos que debemos seguir se separan de los de los demás. De momento, porque quién sabe lo que pueda pasar, el 2011 nos mantendrá alejados.

2010 me dejó un buen sabor de boca en lo deportivo. El equipo de fútbol parece mejorar, se va cohesionando y adquiere una fuerza aún desconocida hasta el momento. Actualmente no se puede pedir más: con las estadísticas a favor y el vestuario contento, el éxito parece asegurado. Y el éxito consiste en pasarlo bien. ¡Y no me puedo olvidar del esquí! La cada vez más refinada técnica y la osadía de afrontar nuevos retos han hecho de un hobby una pasión. Las subidas al Pirineo de principios de año y la espectacular experiencia alpina de Diciembre han enganchado a más de uno y han propiciado risas y experiencias inolvidables. En 2011 nos propondremos bajar rojas, no caernos cuando nos graban en vídeo y esquiar en condiciones más que adversas. Vosotros sois el aprendizaje y la valentía, la fuerza para afrontar nuevos retos.

También este año ha traído caras nuevas. Unas, a estas alturas, ya son del círculo de confianza; otras son más recientes pero prometedoras. Y aunque no siempre son fáciles los comienzos, y las cosas pueden torcerse hasta límites casi impensables, me quedo con lo vivido y con la grata satisfacción de haberos conocido. Recuerdo un día descargando adrenalina en Port Aventura, cenas en cualquier sitio y por cualquier motivo, fiestas hasta altas horas de la madrugada, novatadas y días “tontos” de aquellos en que puedes incluso acabar en el Tibidabo. También horas y horas de clases, por suerte amenizadas por nuestras batallitas y sentido del humor. Para mí sois la esperanza y la curiosidad, y una fuente de sorpresas.

Llegó el verano y con él el calor y la isla bonita. Aquella semana no puede describirse con palabras. Un reencuentro muy esperado y un poco de paz y tranquilidad llenaron nuestros pulmones de oxígeno y nos devolvieron la energía que necesitábamos. Por si fuera poco, los misterios y las risas dieron color a un momento inolvidable. Las calas vírgenes y la naturaleza desbordante detuvieron el tiempo y disfrutamos de lo que nos rodeaba y de nosotros mismos. Trajisteis la paz, la tranquilidad y la armonía a 2010. Espero reencontrarnos de nuevo este año.

¿Recordáis esas noches de Quilombo y fiesta, de “Lloret Extrem” y de “Mataró Express”? También vosotros habéis construido 2010, poniéndole sal (¡y limón!). A nuestra manera, como siempre y con buen rollo. No faltan las risas y una conexión especial, un vínculo invisible pero potente. Un equipo sólido. Algo especial y esperado. Minutos irrepetibles. Sois la alegría y la emoción.

Y qué decir de los conciertos, de patinar sobre hielo, de la noche de los biberones, de los cumpleaños... De la familia que me apoya, e incluso me acompaña a los conciertos... Una familia que ha estado a mi lado aún cuando las cosas han ido peor. Que me han soportado, me han apoyado, me han alegrado y me han ayudado a crecer. Y aunque hay quienes no han estado a la altura, los que están al pie del cañón siempre han estado presentes y han apostado por mí. Gracias por ser mis incondicionales, la paciencia y la fe. Por ser la esencia y la estrella que corona mi árbol de Navidad.

Creedme si os digo que podría seguir contando mucho más, pero ha sido un año muy difícil de resumir, como os he comentado al principio. Espero que estéis todos incluidos en algún párrafo, si no es así pido disculpas y prometo que os incluiré muy pronto. Os doy las gracias por un año de éxito y de momentos inolvidables.

Os deseo un 2011 lleno de magia y de gratas e imborrables experiencias. ¡Sed felices!


Para despedir el año, una canción muy especial: My way, de Paul Anka (quedaos con la versión que más os guste, en mi caso con la de Frank Sinatra).

And now, the end is near,
And so I face the final curtain.
My friends, I'll say it clear;
I'll state my case of which I'm certain.

I've lived a life that's full -
I've traveled each and every highway.
And more, much more than this,
I did it my way.

Regrets? I've had a few,
But then again, too few to mention.
I did what I had to do
And saw it through without exemption
.

I planned each charted course -
Each careful step along the byway,
And more, much more than this,
I did it my way.

Yes, there were times, I'm sure you knew,
When I bit off more than I could chew,
But through it all, when there was doubt,
I ate it up and spit it out.
I faced it all and I stood tall
And did it my way
.

I've loved, I've laughed and cried,
I've had my fill - my share of losing.
But now, as tears subside,
I find it all so amusing
.

To think I did all that,
And may I say, not in a shy way -
Oh no. Oh no, not me.
I did it my way.

For what is a man? What has he got?
If not himself - Then he has naught.
To say the things he truly feels
And not the words of one who kneels
.
Let the record show I took the blows
And did it my way.

Yes, it was my way.

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