martes, 14 de septiembre de 2010

Equilibrista


Presiento que el momento ya llegó, la cuerda no soporta la tensión... Mi voz se quiebra.

Ya recuerdo como era todo antes de irme de vacaciones. Por fin he aterrizado. La depresión post-vacacional ya forma parte del pasado. Aún así creo que hay algún hándicap de más en este choque con la realidad. No ha saltado el airbag, la hostia ha sido monumental. ¡Bienvenida de nuevo, hipertensión! Ha llegado el momento, no hay escapatoria.

Me siento un faquir del rock’n’roll, cantándole canciones al dolor... y a la niebla.

Sí, parece que todo duele, que no existe forma de esquivarlo. Pero todo sucede a ritmo de rock’n’roll: rápido, intenso y ensordecedor. Supongo que en algún momento se disipará toda esta niebla que no me deja ver más allá.

Caminando solo por las nubes voy buscando un ángel que me ayude.

Vale, hay gente alrededor, pero camino solo por mi cuerda. Es mi cuerda. El resto miran desde abajo. Espero que al menos tiendan la red...

Pasos de equilibrista, tiemblo sobre la pista.

Tengo un nudo en la garganta para hablar, también tengo un fantasma en el desván... de mi cabeza.

Un fantasma que parece ser cada vez mayor, que va creciendo a su antojo. Y de los tantísimos fantasmas del desván, algunos son muy ruidosos. Muchos dan miedo, o simplemente me inquietan. Las palabras salen con cuentagotas y no siempre es fácil encontrar las más adecuadas. Aún considerándome una persona con recursos lingüísticos más que suficientes, no siempre sale la palabra que mejor describe lo que quiero decir. La situación puede anudar la garganta con fuerza.

La suerte está tardando en venir, pido un rescate a quien me pueda oír... antes de que amanezca.

Aunque tarde en llegar, muchas veces no es cuestión de suerte...

Se han ido todos de la fiesta, sólo quedo yo en esta orquesta.

Se han ido las mañanas de playa, los atardeceres infinitos y las noches de verano. Y no volverán hasta que el planeta vuelva a rodear al Sol. El reloj se reinicia y la cuenta atrás comienza de nuevo. Sólo quedan el recuerdo y la sensación de vacío que provoca la larga espera.

Pasos de equilibrista, tiemblo sobre la pista.

El mundo cambia tan deprisa, mi corazón cuelga en la cornisa.

Pasos de equilibrista, tiemblo sobre la pista.


Esta canción de vértigo es Pasos de equilibrista,de M-Clan.

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