sábado, 27 de marzo de 2010

Emociones


Lo siento, no soy capaz de explicar con palabras lo que pienso ni lo que siento. Me aaltan preguntas sin respuesta, imágenes confusas e inconexas que no me llevan a ninguna parte. Bloqueado. Sin energía. Es hora de nadar hacia la superficie. Emociones encontradas, casi antagónicas, conviven a la vez. Difícil de explicar.

Mejor os dejo un fragmento de una canción, es más fácil. ¡Buen fin de semana!

Cada vez que veo cerca el fin,
cada vez que veo cerca el final,
aguanto la respiración,
ningún músculo se mueve,
temblaremos cuando empiece mi mente a elucubrar...

¿Cómo sería si mañana?
¿Cómo sería si mañana?
¿Cómo sería si el sol que nos abriga y nos protege se apagara?

Quédate quieta donde estás,
quédate quieta ahí donde estás,
aguanto la respiración,
ningún músculo se mueve,
temblaremos cuando empiece mi mente a elucubrar...

¿Cómo sería si mañana?
¿Cómo sería si mañana?
¿Cómo sería si el sol que nos abriga y nos protege se apagara?

domingo, 21 de marzo de 2010

Es domingo...


...y he dicho adiós a todos los planes, a salir a la calle e incluso a comer como se tiene que comer. Y además llueve. ¡Qué desastre! Y yo con las ganas de pisar la playa... Pero lo importante es no cansarse el domingo.

El domingo todo se ve diferente. Es un día que pesa, cuesta... Pero no quieres que se acabe, ya que el lunes pesa más. Es el día en que te olvidas de lo que hay que hacer y tomas el ya lo haré mañana como lema. Es el día en que el sofá ejerce una fuerza gravitatoria más intensa y la cama te atrapa hasta media mañana (o hasta más tarde). Es el día de acordarse, al menos parcialmente, de lo que sucedió anoche. Es el día de no pensar, de ver una ridícula película mientras cabeceas debatiéndote entre el mundo real y el mundo de los sueños.

Pero a medida que pasan las horas el domingo se transforma. Llega la noche. Es la noche del futbol, de gritar por tus colores, de quejarte del maldito árbitro que necesita unas buenas gafas. Es la noche de cenar cualquier cosa: una pizza, un poco de pan con tomate y embutido, un bocata... Es la noche de recordar lo que ha sido la semana, todas las novedades que hemos experimentado. Es la noche de organizar la nueva semana que se viene encima. Es la noche para compartir con los tuyos. Es la noche de aprovechar el último suspiro del fin de semana con algunos amigos y de rezar para que el reloj decida pararse y tengas la oportunidad de coger más impulso para saltar al lunes.

Y a la hora de ir a dormir piensas: ¡qué día más corto! El domingo debe de ser el día más corto de la semana. No el más intenso, pero sí el más corto. Cuesta ir a dormir, justo ahora que empezaba a activarme. El próximo domingo aprovecharé el día al máximo. Es más fácil pensarlo que hacerlo. ¿Quién puede resistirse a la fuerza arrolladora del sábado y a su mágica noche? En fin, que con algo de pena dices aquello de: buenas noches, mañana será otro día.

Aunque yo prefiero pensar que lo mejor está por llegar.


Os dejo un trocito del Blues del diumenge, de Lax'n'busto.

La plaça duu un bany extra de Sol.
Si jo ahir era un vampir,
per què no estic dormint?
Correus és tancat,
el dia ha començat havent dinat.

No vull que es faci fosc
quan el cor em canti el blues del diumenge.
Em moriré, tot taronja al meu carrer.
Sospir prop del teu pit.

No faré res perquè no vull ni que pogués.
Resposen les neurones del bonic ball d´ahir.
Ben quiet com un gripau
em miro els meus mitjons de color blau.

No vull que es faci fosc
quan el cor em canti el blues del diumenge.
Em moriré, tot taronja al meu carrer.
Sospir prop del teu pit.

martes, 16 de marzo de 2010

Exámenes


¡No os penséis que me había olvidado de vosotros! Podría decirse que he vuelto, aunque prefiero pensar que nunca me he ido. Ya sabéis, el trabajo, el no encontrar el momento oportuno para escribir, el estoy hecho polvo, necesito dormir...

En fin, que no he podido escribir hasta hoy. Y la culpa es de los exámenes. No, yo no me examino de nada. Soy el que examina. Y creedme: si resolver un examen puede llegar a ser traumático, hacerlos no se queda corto... ¡Qué difícil! Es una responsabilidad: hay que comprobar que sea un buen examen, que ponga a prueba al alumno, que le incite a estudiar en aquello que falla y que no sea lo suficientemente aburrido como para que el pobre aspirante se caiga para atrás en un profundo ataque de sueño.

Total, que ahora lo veo todo con múltiples opciones.

- Hijo, ¿que quieres cenar?
- ¿Qué hay? (¡pregunta arriesgada si se la haces a tu madre!)
- a. sopa
b. ensalada
c. pasta
d. todas las anteriores son correctas

¡Qué mamón el profesor que pone aquello de todas las anteriores son correctas! Aunque he de confesar que es un recurso que utilizo bastante, es por darle emoción al asunto. Hace las cosas más complicadas. Vale, que soy un mamón. ¡Pero es lo que hay!

Seguro que siempre habéis pensado que a los profesores les encanta suspenderte en el examen, por eso los hacen tan complicados. Ahora que estoy en el otro lado, os aseguro que no es así. Al menos no es mi caso. Da mucha más satisfacción que el alumno saque una buena nota en el test que le has preparado. Te sientes mejor. Te haces partícipe de su triunfo. Aún así sigues en segundo plano: si suspende, eres muy malo; y si aprueba, ha sido por sus propios méritos. Supongo que es aquello que llaman sacrificio.

Al fin y al cabo, no hay tanta diferencia entre el alumno y el profesor: ambos aprendemos algo nuevo cada día.


Hoy os dejo un trocito de la canción Human, de The Killers, que consigue subirme el ánimo cuando lo necesito. ¡Ah! Y dentro de poco, un especial de mi lugar de trabajo es la isla de Perdidos...

I did my best to notice
when the call came down the line
Up to the platform of surrender
I was brought but I was kind
And sometimes I get nervous
When I see an open door
Close your eyes
Clear your heart...
Cut the cord

Are we human?
Or are we dancer?
My sign is vital
My hands are cold
And I'm on my knees
Looking for the answer
Are we human?
Or are we dancer?

lunes, 8 de marzo de 2010

Esquí


No hay nada como una escapada de domingo para desconectar de todo. Bien, si que hay algo mejor: una escapada de fin de semana. Pero cuando no puedes escaparte todo el fin de semana entero, el domingo es premio suficiente.

¿Y qué mejor para cerrar la temporada que subir a las pistas de esquí del Pirineo catalán? Ayer tuvimos mucha suerte: mucha nieve, nieve de buena calidad y un buen ambiente, con la gente suficiente como para no agobiarse. Así que no quedaba otra que ajustarse las comodísimas botas y ponerse los esquís.

He de decir que he mejorado notablemente en este deporte. Por fin pasé un día entero en la nieve sin caerme. ¡Qué alegría! Lo nunca visto. Aunque técnicamente sí que me caí una vez, pero en mi defensa diré que no fue por mi culpa. La culpa fue de un amigo algo inexperto con los esquís y del telesilla maligno que pasó por encima de mi cabeza. A mi amigo no se lo tengo en cuenta, al telesilla me pensaré si perdonarlo.

También os diré que nos encontramos algunas dificultades. Esquiar con niebla es de lo peor que puede pasar. Imaginaos que llegáis al punto más alto de la estación y os encontráis con un paisaje blanco. Tan blanco que sólo se veía blanco. La única referencia para bajar eran unos postes azules situados en los márgenes de la pista. No veíamos la inclinación de la pista ni sabíamos donde pisábamos. Otra dificultad es que de repente empiece a nevar. Por suerte para nosotros, la nevada fue poca cosa.

Y hoy es el día de las agujetas, del cansancio, de los morados en las espinillas y de la pena de saber que tendremos que esperar hasta la próxima temporada para colocarnos unos esquís. De todas maneras, hoy es el día del recuerdo de un domingo genial, de la velocidad en la cara, del paisaje idílico y de las risas que ayer nos pudimos echar.

Hoy empieza el eslalom de esta semana.


Canción de hoy dedicada a las bajadas más rápidas por las pistas de esquí: A las 10 de Second. Espero que os guste.

Diferenciarte entre la gente,
comunicarme en un lujo se convierte,
quedamos a las 10 frente al televisor
y nos paralizamos cada noche.

Llevabas la razón, hay que decir que no,
juntos tenemos mucha más potencia,
nos vemos a las 10, yo soy el tipo aquel
que tiene que aprenderlo todo.

Vamos tan rápido que,
aunque estamos ardiendo,
nos lo quedamos por dentro,
yo voy a bajarme...

Vamos tan rápido que,
aunque estamos ardiendo,
nos hace fuertes el miedo,
yo voy a bajarme, lo hago por ti.

Cambiemos órdenes, llevabas la razón,
sabemos que no llueve eternamente,
nos vemos a las 10, yo soy el tipo aquel
que tiene que aprenderlo todo.

Vamos tan rápido que,
aunque estamos ardiendo,
nos lo quedamos por dentro,
yo voy a bajarme...

Vamos tan rápido que,
aunque estamos ardiendo,
nos hace fuertes el miedo,
yo voy a bajarme, lo hago por ti,
lo hago por ti...

Vamos tan rápido que,
aunque estamos ardiendo,
nos lo quedamos por dentro,
yo voy a bajarme...

miércoles, 3 de marzo de 2010

Exhausto


Exhausto: Enteramente agotado o falto de lo que necesita tener para hallarse en buen estado.

Así me siento hoy. La vida en la ciudad resulta bastante dura. El estrés de ir corriendo arriba y abajo, exprimiendo cada segundo; lidiar con el trabajo; encontrar un hueco para tu gente... Parece fácil, pero en días como hoy no lo es. Pero mejor os cuento la historia desde el principio, que es por donde empiezan todas las historias.

El fin de semana ha sido una locura. Después de salir de fiesta hasta ver el alba, acabamos, no sé muy bien cómo, en el servicio 24 horas de un restaurante de una conocida marca de comida rápida (no les pienso hacer publicidad después de lo que me hicieron). La fiesta había ido bien: imaginaos la típica discoteca plagada de gente, un "cubata" en la mano, un ¡no te oigo nada!... Eso, ¡lo típico!

Volviendo al restaurante aquel, me pedí unas patatas fritas para picar algo después de tan dura noche. Nos dan la bolsa con la comida que habíamos pedido, y para sorpresa mía, ¡lo único que faltaba eran mis patatas! ¡Pero no os creáis que se habían olvidado de cobrarlas! Eso es lo de menos, la cuestión es que me quedé con las ganas. Así que decidí bajar del coche mientras mis amigos comían y acercarme a la playa (estabamos aparcados en Bogatell) para ver la línea naranja del cielo que me decía que ya era domingo.

El domingo vino una amiga a comer a casa. ¡No sé cuál de los dos estaba más ausente! Lo cierto es que mi estado era consecuencia de la fiesta de la noche anterior; el de ella era consecuencia de una noche entera trabajando. Así que parecíamos peces en una de esas peceras pequeñas y redondas rodeados por piedrecitas de colores a las que no éramos capaces de hacer caso. Ahí estaban, pero daba igual.

El lunes se plantó en el calendario como un día aparentemente tranquilo, pero nada más lejos de la realidad. La lucha del día a día había vuelto. Sin embargo, un partido de fútbol parecía estar dispuesto a romper la rutina en los últimos minutos de ese lunes, apoderándose también de una pequeña parte del martes.

Y hoy... ¡qué decir de hoy! Continúa la batalla, continúa el ejercicio, continúa el caminar como un zombie por la ciudad... ¡Continúa la vida!

Me voy a dormir, necesito descansar... ¡Buenas noches!

La canción de esta noche es una nana. Sí, una cualquiera, la que os sepáis. Y como la que yo me sé no tiene letra, hoy os dejo que os la inventéis vosotros.