miércoles, 5 de enero de 2011

Encuentro con el Universo


Hace tiempo que esta reflexión ronda por mi cabeza en ciertas ocasiones y sale a la luz sin permiso previo. La novedad es que hoy la comparto para que se reparta entre nuestras mentes. Ahí va:

Todos nosotros, como seres humanos que somos, tenemos la necesidad o la limitación mental de pensar que todo está dentro de otro algo. De esta manera, el ordenador desde el que escribo está en la habitación; la habitación está en mi casa; mi casa está en Barcelona... Y hasta aquí todo muy bien. Son las grandes escalas las que van desmontando la lógica. Y sigo, saltándome algunos puntos: ...Europa está en la Tierra; la Tierra en el Sistema Solar, el Sistema Solar en la Vía Láctea; la Vía Láctea en el Universo; y el Universo... ¿Qué contiene al Universo?

La respuesta es nada. Y ahí la dificultad y el reto a las neuronas. El Universo lo es Todo. Y encima se cree que es finito. ¿Cómo es posible? ¿Cómo puedo imaginar eso? ¿No os cuesta? Es algo parecido a imaginar que para las zapatillas que están dentro de su caja, ésta es todo lo que hay. Que esa caja no se va a abrir porque no tiene sentido que lo haga. No diré que me da claustrofobia, el Universo cuenta con suficiente espacio como para no agobiarse. Pero sí me supone un esfuerzo titánico imaginar que algo lo es Todo.

Quizás éste sea el motivo de la discusión sobre la forma del Universo. ¿Es plano? Un poco forzado, no debe ser muy estable una estructura plana. ¿Esférico? Más factible en parte, aunque me cuesta imaginarlo fuera de algo aún mayor. ¿Infinito? De momento, la física no ha dado con ninguna estructura material infinita. Y si fuera infinito, puede que no fuera muy estable. El reto va más allá de la física, y probablemente la filosofía y la metafísica tengan algo que decir al respecto.

El Universo, escenario de un juego de luces y sombras. Un espacio con una concentración tan baja que podría considerarse vacío. Pero ahí estamos. Oscuro, misterioso y desconocido. Un desafío para la mente y un acertijo sin solución. El éxito y el fracaso de la ciencia, la inspiración para el arte y el amparo de todo aquel que alza su mirada hacia las estrellas. Aquel al que llaman la nada. El Todo.


Supersubmarina es una de mis apuestas personales para este 2011. Su álbum debut, Electroviral, es una exhibición del ritmo pop-rock actual mezclado con letras astronómicamente sinceras y cargadas de experiencias y sensaciones. Probablemente una de las promesas más firmes y de mejor calidad del panorama nacional. Pero como siempre, mejor juzgad vosotros mismos. Hoy os dejo, para paliar este frío invernal, su Ola de calor:

Déjame llorar que estaba escrito en mi destino.
Que el frío llegará y yo no tendré puesto el abrigo.
Y no podré volar, el aire aquí podrá conmigo.
Si tengo que morir espero que sueñe contigo
porque pensando en ti morirme será divertido.

Luz del sol, ola de calor.
Tú una luz de un lejano azul.
Vuélvete a reflejar sobre mí.


Guárdame en tu cama de papel,
tú guárdame de la lluvia otra vez.

Y gritarás y gritarás.
Y gritarás y gritarás.
Y no te oiré, no te oiré.

Me moriré, me moriré.
Me moriré, me moriré,
a tus pies, a tus pies.

Seca la ciudad, también las hojas han caído.
Desde el calendario parece que no se han movido.
El tiempo pasará y no habremos envejecido.
La lluvia mojará y yo me secaré contigo,
porque la única humedad que siento es no haberte tenido.

Ráfaga de viento sideral,
mueve la marea de mi mar,
mueve el brillo que hay en tu mirada
.

Y abrígame con manta de metal,
y abrígame con poros de tu piel.

Y gritarás y gritarás.
Y gritarás y gritarás.
Y no te oiré, no te oiré.

Me moriré, me moriré.
Me moriré, me moriré,
a tus pies, a tus pies.

Eres mi luz del sol, ola de calor.
Tú una luz de un lejano azul.
Vuélvete a reflejar sobre mí.

¡Uh! Eres mi ráfaga de viento sideral,
y mueves la marea de mi mar,
y mueves la marea...

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