jueves, 25 de agosto de 2011

Expecting my Personal Jesus


Por fin de vacaciones. ¡Qué ganas tenía! Estas últimas semanas han sido una locura, notaba al mundo conspirando contra mí. Será que realmente necesitaba este descanso. Sin embargo, los diarios siguen relatando esas historias dantescas que se acompañan de imágenes en su amiga televisión.

Hace pocos días se inició en Madrid una revolución. Y no, no me refiero al movimiento 15M. Este movimiento es mucho más antiguo, aunque vino con costumbres y aficiones renovadas y adaptadas a los nuevos tiempos. Evidentemente me refiero a la famosa JMJ2011.

Resumiendo: se monta en Madrid una macro-concentración de gente joven y no tan joven a modo de rave de sábado por la noche en la que los asistentes ya están suficientemente destruidos como para ponerse de acuerdo en qué cantar. Pero si salió en las noticias no fue sólo por la gran afluencia internacional de gente, sino porque había una gran estrella invitada al evento. Al más puro estilo concierto de rock, su nombre era coreado y se le pedía que acompañase a tanto fervoroso seguidor en la ola que se había iniciado. ¡Ese papa como mola, se merece una ola, uh!

Yo, atónito en mi sofá, me preguntaba de dónde había salido tanta gente y porque aquellos jóvenes no estaban en un concierto de rock/pop/Hip Hop y estaban derritiéndose a 30ºC a la sombra. Sentí algo extraño en mi interior: ¿cómo era aquello posible en nuestro mundo del siglo XXI? Si un refrán cobraba sentido era aquel de que El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.

Algunos puntos que me gustaría destacar. En primer lugar, las noticias anunciaban (después del papa, eso sí) que el cuerno de África estaba sufriendo una gran epidemia de hambruna y que muchos niños estaban muriendo a diario. ¡Pero al cuerno África! Es mucho más importante gastarse 50 millones de euros en traer a la gran estrella del rock a Madrid a... bueno, a hacer eso que hace tan bien... ¿a hablar? Y toda la pasta que se dejaron los peregrinos en el viaje también podría haber sido donada. Claro que donar el dinero no es tan divertido como venir a ver a nuestro ídolo y, ya de paso, nos montamos una buena fiesta por Madrid. ¡Ah no! Que ni alcohol, ni música moderna y sensual, ni trasnochar.

Otro asuntillo es algo que han hecho perfectamente bien: convertir sus ritos en un espectáculo digno del más casposo vodevil. ¡Ahora vamos a montar un par de hileras maravillosas de confesionarios portátiles en medio del retiro! Eso, a modo de retretes portátiles. En este macro-festival las necesidades van más allá de las drogas. No es de extrañar que la iglesia haya superado todos los cástings y haya entrado en su particular Gran Hermano, destapando su vida privada y vendiéndola al mejor postor. Y además se disfrazan del concursante enrollado y guay, y vierten declaraciones como las mujeres que hayan abortado, estén arrepentidas y pidan perdón en Madrid serán libradas de la excomunión. ¡Interesante! ¿Quizás eran demasiadas seguidoras perdidas? Ya se van acercando, ya... ¡Con buen pijo bien se jode!

Por último, cabe destacar la desinhibición de ciertos grupos de individuos. Y es que ir a España es siempre sinónimo de fiesta. Y subrayo siempre... Me chocó enormemente ver a un gran grupo de monjas haciendo la ola animadamente, a grupos de peregrinos bailando sin mesura el waka waka y botellas de sangría recorriendo gargantas sedientas. También es cierto que los bares lo habrán agradecido...

Concluyendo (que me enrollo más de la cuenta): no hacía falta ir a Madrid. Ni por parte de la gran estrella ni de sus fans. El show mediático ha sido efectivo y ha conseguido su objetivo de aparecer en todos los medios, pero ha sido un espectáculo sucio. Otros lo definirán de lamentable. No está mal venderse, pero no se vale hacerlo a cualquier precio. Y conste que no tengo nada en contra de ninguna creencia, simplemente juzgo lo que he visto y el modo en que se ha llevado a cabo este evento.


Abrimos un álbum de los 80 para recordar el Personal Jesus de Depeche Mode:

Reach out and touch faith

Your own personal Jesus
Someone to hear your prayers
Someone who cares
Your own personal Jesus
Someone to hear your prayers
Someone who´s there

Feeling unknown
And you´re all alone
Flesh and bone
By the telephone
Lift up the receiver
I´ll make you a believer

Take second best
Put me to the test
Things on your chest
You need to confess
I will deliver
You know I´m a forgiver

Reach out and touch faith
Reach out and touch faith

Your own personal Jesus
Someone to hear your prayers
Someone who cares
Your own personal Jesus
Someone to hear your prayers
Someone who´s there

Feeling unknown
And you´re all alone
Flesh and bone
By the telephone
Lift up the receiver
I´ll make you a believer
I will deliver
You know I´m a forgiver

Reach out and touch faith

Your own personal Jesus

Reach out and touch faith

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