sábado, 29 de mayo de 2010

Estreñimiento de ideas


Cuando creía que la idiotez de los 4 politiquillos de siempre no podía llegar más lejos (véase, por ejemplo, el aplastante triunfo de la opción "C" sobre el referéndum de la Diagonal), el Ayuntamiento de Barcelona me vuelve a sorprender. ¡Gracias, sois pura inspiración!

Resulta que me dan un panfleto por la calle con las nuevas normas de civismo y sus correspondientes y estatosféricas sanciones económicas para este verano. Hasta aquí todo bien, pero cuando me paro a leerlo me doy cuenta de que nos estamos yendo a pique lentamente.

A partir de ahora se acabó dormir en la playa, y la multa correspondiente será de 500 euros. ¡Perfecto! Adiós plácida siesta playera. Atendamos ahora a la explicación que nos dan: se supone que es una medida para que las playas sean más seguras. ¡Ah, es verdad! Es más seguro que el quinqui que frecuenta las playas nocturnas con un cuchillo jamonero y una cogorza de las que hacen historia esté despierto atracando que durmiendo la mona en la arena... ¡Suerte que alguien piensa por nosotros y vela por nuestra seguridad! Pero no es todo: en la siguiente frase nos indican que hay que acabar con las conductas incívicas. Cierto: ¡pocas cosas existen más incivicas que dormir!

Ahí va otra: prohibido defecar, orinar y escupir en la calle. La sanción será de hasta 1500 euros. Defecar tiene un pase. Pero las otras dos... Pongamos un ejemplo: estás de fiesta, son las 5 de la madrugada y tienes ganar de orinar. La discoteca ya ha cerrado y está tirado en la calle. Supongo que todos habréis vivido alguna vez esta extraña experiencia... La solución es dirigirte a uno de los múltiples lavabos públicos de la ciudad. ¡Ah no! ¡Si no hay! Vaya... ¿Y a un bar? No, están cerrados a las 5 de la madrugada... Señor Hereu, va a poner de moda entre los jóvenes que salimos de fiesta el pañal para la incontinencia. Así, para evitar que nos multen, podemos mear en la calle sin que nadie nos vea. ¡Touché!

Y en cuanto escupir, vamos a comprobar la fortaleza psicológica de nuestros agentes de la ley. ¿Tendrá narices un mosso a decirle al típico viejete que no escupa en la calle a sus 75 años? Es más: ¿Tendrá narices a clavarle una multa? ¿O mirarán para otro lado? Claro, es muy fácil increpar a un joven, pero a los abuelos que tienen como grito de guerra aquello de esto ha sido siempre así y no pienso cambiarlo...

Conclusión: Señores políticos progresistas, déjense de tonterías y dedíquense a lo importante, que hay mucha gente intentando llegar a fin de mes con sueldos ridículos. Dejen de hacer el payaso, estudien si lo creen necesario (yo creo que lo necesitan) y actuen por el bien del pueblo al que dirigen, no se pongan la careta pre-electoral de progres y cercanos al pueblo, que ya estamos cansados de verla. Y sobretodo, si hablamos de civismo en una ciudad moderna: prueben a incrementar la seguridad de las playas aumentando la vigilancia policial en vez de prohibiendo dormir; e intenten evitar que la población orine en la calle instalando baños públicos, que es más díficil que inventarse multas pero que seguro que resulta más eficaz.

A los no políticos: ¡buen fin de semana!

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