domingo, 6 de marzo de 2011

Enmascarados


Misterio bajo la máscaras. Engaño al sentido común. Noche sin reglas. Bajo los focos del local de moda (o no tan de moda) cientos de animales, objetos y seres de otras épocas, reales e imaginarios, cobran vida durante unas horas. La posesión de tan ingenuos individuos es su herramienta para hacerse con las calles de la ciudad y convertirla en una maraña sin pies ni cabeza. Destrozan el orden y derriban los pilares de la lógica para construir un mundo al revés, en el que no existen las preocupaciones ni el mañana y los pecados se convierten en virtudes.

Bajo las máscaras se esconden ellos. Se preparan durante semanas para no ser reconocidos. Fabrican su escudo para hacer lo que no se atreven a hacer el resto de los días. Se refugian en la noche y pierden la noción del tiempo, del espacio y del sentido común. El mundo de fantasía en que se han sumergido les alivia. No esperan nada de lo que puede pasar. El futuro más inmediato es una película sin guión y sin casting previo.

La lógica que rige nuestras vidas queda desconectada por la oscuridad. Las tinieblas borran todo recuerdo. El brillo de la purpurina hipnotiza a los sentidos. No existen normas. Ahí afuera las había, pero desaparecieron al emerger la Luna de su letargo. Poco tiempo, pero suficiente. Y entre la danza de máscaras, melodías y luces, las endorfinas y los instintos más profundos afloran y dejan al descubierto al animal que hay en el interior.

Bienvenidos a la ciudad del pecado. Bienvenidos al Carnaval. Mimetizaos con el ambiente, confundíos en la noche, dejaos llevar. Participad del engaño, mentíos a vosotros mismos, saltaos las reglas más arraigadas en vuestro interior, vivid como si no hubiera mañana.

Y bajo las máscaras se esconden ellos, o eso creen. Intentan cubrirse y fabrican un escudo para perder la vulnerabilidad con que conviven. Es una única oportunidad de liberarse de aquel lastre que dificulta el paso de los días. Pero lejos de conseguir su objetivo, el refranero no puede andar desencaminado cuando afirma que aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Y es que bajo el disfraz se oculta una persona aferrada a un mundo real y muchas veces desagradecido. Su intento de zafarse de la crueldad y dureza de éste es inane. Los pies de plomo pesan demasiado para volar.

Aún así, lo seguirá intentando cada año y el maquillaje, las máscaras y los retales de su vestido más estrafalario serán la esperanza de hacer de esta ciudad un lugar menos inhóspito. Seguirá buscando ese Aleph o ventana al mundo que anhela. ¿Pues quién no ha perdido nunca una parte de él mismo por esa ventana?

Bienvenidos al mundo real. Bienvenidos a vuestra vida. Sed pacientes, todo llega. Y si no llega, el año que viene lo volveremos a traer.


El Aleph es uno de los temas del álbum Retales de Carnaval, de Nena Daconte. ¿Alguna vez habéis perdido algo en un sitio mejor?

Me cuesta recordar mis pasos por el carnaval,
con quien estuve, con quien me puse yo a bailar.
Tardamos mucho en no volver a ver la luz del sol nacer,
tardamos tanto que salió un aleph en un rincón.

Desde entonces le pierdo la pista, no sé a lo que fue,
no sé adónde vuela, no sé dónde está.

Donde está...
...mi corazón, donde se ha ido a derrumbar.
...mi corazón, que alguien lo busque para mí.
Donde está, que esta noche no duerme contigo.

Donde está...
...mi corazón, que alguien le diga que volví.
...mi corazón, que alguien le diga que pasó lo peor,
que esta noche me muero de frío.

Donde está, que alguien lo busque para mí,
que alguien lo ate para ti,
que alguien lo encuentre y le diga que lo ando buscando por toda la ciudad.

Qué fue lo que vio desde el rincón del comedor
que le hizo marcharse de aquí sin ganas de volver.
La vida es una vez, le intentaba yo contar,
exprime lo mejor y entonces se largó.

Y así fue como apenas recuerdo que perdí los besos,
las ganas de hacerlo, las ganas de ti.

Donde está...
...mi corazón, donde se ha ido a derrumbar.
...mi corazón, que alguien lo busque para mí.
Donde está, que esta noche no duerme contigo.

Donde está...
...mi corazón, que alguien le diga que volví.
...mi corazón, que alguien le diga que pasó lo peor,
que esta noche me muero de frío.

Donde está, que alguien lo busque para mí,
que alguien lo ate para ti,
que alguien lo encuentre y le diga que lo ando buscando por toda la ciudad.

Es como borrar un huracán,
que me perdone pero dónde está.
Que alguien le diga que lo ando buscando a oscuras por toda la ciudad.

Es como David, yo soy Goliath.
Es tan pequeño que donde estará.
No quiero batallas pero estoy tan sola y perdida en esta ciudad,

Es no hacer lo que hacen los demás,
lo que le habrá hecho regresar
a su mundo perfecto, lo doy por perdido, de allí nadie ha vuelto jamás...

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