jueves, 8 de abril de 2010

Encimeras, armarios y un sueco maligno


Entre maderas, tornillos y una pica la tarde se ha complicado. Y todo por culpa de un sueco con muy mala leche que decidió que los muebles se debían vender desmontados y tenías que apañarte con cuatro tablones de madera y ocho tornillos. Claro que así pasa lo que pasa: el armario se mueve demasiado, está a punto de descoyuntarse y para rematar la faena faltan dos piezas y un tornillo...

Lo peor del caso es que tu sistema nervioso acaba bastante deteriorado. Que si las instrucciones no son claras, que si este tornillo no encaja en el agujero, que si las puertas están desniveladas... Y finalmente decides maldecir a aquel sueco "inteligente" que desmontó sus muebles para guardarlos por partes. Y que más tarde se hizo con el mercado mundial. ¡Viva Suecia!

Conclusión personal: se ahorra dinero, ¡pero te ganas un buen dolor de espalda!

La canción de hoy, al igual que los muebles, la montais vosotros. ¡Suerte!

1 comentario:

  1. Estoy en Sevilla, en un congreso, no me he preparado mi ponencia...y expongo mañana...hoy nos vamos de cena...dios míoooooooooooooooo

    muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaak

    C

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